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No solemos pararnos a pensar en lo condicionadas que están nuestras vidas por los deseos, expectativas, mandatos que se han ido acumulando sobre nuestras espaldas. Lee las interesantes conclusiones de Eric Barne y después preguntaté quién escribió el guión de tu vida?
Según Berne todos tenemos un guión en la vida que nuestros padres y madres han escrito de forma implicita y generalmente no verbal para nosotros. Por ejemplo, nacer, estudiar, seguir estudiando una carrera, tener empleo estable, casarse, tener hijos, jubilarte y morir. Ese suele ser el guión mas típico que nuestros padres nos han enseñado.
El guión de vida, por tanto, se basa en las decisiones tomadas en la infancia, con la información y recursos disponibles en ese momento y que dan lugar a la creación de una cierta posición, esperanzas y curso de la vida. Son, en su momento, una solución aparentemente razonable para la situación existencial en la que se encuentra el niño.
Eric Berne sostenía que en una situación en la que el joven no esté bajo presión, las decisiones importantes acerca de la vida no deberían tomarse antes de la adolescencia, pero el guión de vida es el resultado de un conjunto de decisiones prematuras y forzadas, ya que han sido tomadas bajo presión y mucho antes de lo que es debido.
Afortunadamente, la investigación muestra que los guiones pueden ser modificados. Y lo que es más importante, ese cambio de guión se realiza cuando el nuevo guionista decide ser uno mismo, reescribiendo el guión a su modo a partir de un progresivo proceso de toma de conciencia de cuáles son los elementos que condicionan y, a la vez, de cuáles son los deseos legítimos según los que la persona quiere vivir su vida.
Contaba Berne que el YO estaba formado por tres personas; el niño, el adulto y el padre (y/o madre). En el estado de nuestra personalidad “padre” es donde, ante determinadas situaciones, evitamos enfrentarnos a ella refugiandonos en nuestro “padre”. Los mandatos de nuestros padres y madres suelen ser siempre en forma de negación, y todos hemos sufridos en mayor o menos medida alguno de estos mandatos que pueden ser:
A diferencia de los mandatos, que son de naturaleza limitante, las atribuciones cargan al pequeño con aquello que se espera o desea que sea.
También, como en el caso de los mandatos, la posible lista de atribuciones es ilimitada: “eres como tu tío”, “eres igual que el abuelo”, “eres… bueno, malo, listo, torpe, sano, frágil, especial, distinto, tremendo, etcétera”. Etiquetas que, a base de repetición, se pueden colgar en la mochila que moldea la identidad de un pequeño que busca ser amado, protegido y reconocido.
LOS PERMISOS
Los permisos son elementos, procedentes del exterior, con los que cuenta un sujeto para acabar con los saldos de su guión. Son parte de los impulsos juguetones y son cuatro:
– Permiso para cambiar
– Permiso para amar,relacionarse con otros
– Permiso para ser competente
– Permiso para pensar
Cuantos más permisos recibe una persona más posibilidades tiene de alejarse de un guión vital con maldiciones y más posibilidades de llegar a ser un triunfador.
ANTIGUION O LIBERACIÓN INTERNA
Es como un permiso interno sometido a una especie de condición. Puede estar centrado en un acontecimiento o en un tiempo concreto, a partir del cual se está liberado de la maldición.
Se ve claramente en expresiones como: “hasta que no seas mayor de edad no…”, “hasta que no acabes los estudios no…” En los cuentos se llama “rompemaleficios”. Según estos antiguiones, Eric Berne habla de 7 tipos de guiones.
Tipos de guión según el antiguión:
Guión de nunca: se basa en el mito de Tártalo, que siempre tendría comida y bebida pero nunca podría comer o beber.
Guión de siempre: se basa en el mito de Aracne, que reta a Minerva como tejedora y es condenada a ser araña y tejer para siempre.
Guión de hasta: se basa en el mito de Jasón, a quien se le dijo que no sería rey hasta que cumpliera unas tareas y una vez que fuera rey sería muy feliz, pero sólo por un tiempo. También se basa en el mito de Hércules, el cual no alcanzaría la deidad hasta haber sido esclavo durante doce años.
Guión de después: se basa en el mito de Damocles que fue hecho rey y fue feliz hasta que se le advirtió que sobre su cabeza una espada estaba colgada de la crin de un caballo.
Guión de los reiterados: se basa en el mito de Sísifo, que tiene que subir una roca una y otra vez por la ladera de una montaña y, siempre, cada vez que va ha llegar, la roca se cae.
Guión de final abierto: se basa en el mito de Baufis y Filemón, que fueron transformados en laurel como recompensa por sus buenas obras.
Guión de ahora o de carpe diem: se basa en cualquiera de los permisos, se da este tipo cuando hay un permiso en un guión.
Según Berne todos tenemos un guión en la vida que nuestros padres y madres han escrito de forma implicita y generalmente no verbal para nosotros. Por ejemplo, nacer, estudiar, seguir estudiando una carrera, tener empleo estable, casarse, tener hijos, jubilarte y morir. Ese suele ser el guión mas típico que nuestros padres nos han enseñado.
El guión de vida, por tanto, se basa en las decisiones tomadas en la infancia, con la información y recursos disponibles en ese momento y que dan lugar a la creación de una cierta posición, esperanzas y curso de la vida. Son, en su momento, una solución aparentemente razonable para la situación existencial en la que se encuentra el niño.
Eric Berne sostenía que en una situación en la que el joven no esté bajo presión, las decisiones importantes acerca de la vida no deberían tomarse antes de la adolescencia, pero el guión de vida es el resultado de un conjunto de decisiones prematuras y forzadas, ya que han sido tomadas bajo presión y mucho antes de lo que es debido.
Afortunadamente, la investigación muestra que los guiones pueden ser modificados. Y lo que es más importante, ese cambio de guión se realiza cuando el nuevo guionista decide ser uno mismo, reescribiendo el guión a su modo a partir de un progresivo proceso de toma de conciencia de cuáles son los elementos que condicionan y, a la vez, de cuáles son los deseos legítimos según los que la persona quiere vivir su vida.
Contaba Berne que el YO estaba formado por tres personas; el niño, el adulto y el padre (y/o madre). En el estado de nuestra personalidad “padre” es donde, ante determinadas situaciones, evitamos enfrentarnos a ella refugiandonos en nuestro “padre”. Los mandatos de nuestros padres y madres suelen ser siempre en forma de negación, y todos hemos sufridos en mayor o menos medida alguno de estos mandatos que pueden ser:
- “no existas” o “no vivas”, golpear a un niño violentamente, repetir constantemente que el niño solo causa problemas.
“no estés bien” o “no estés cuerdo”, que puede traducirse en “puedes existir con tal de que estés enfermo o con tal de que estés loco”. - “no seas un niño” transmitido por medio de conductas que dan responsabilidades al niño que están por encima de sus posibilidades. Se ve en guiones de “cuidadores” con un fondo de insatisfacción por la impresión de que la vida les impide cuidar de sí mismos.
- “no crezcas” son mensajes hechos por padres cuyo Niño necesita que el hijo sea siempre pequeño para sentirse bien.
- “no pertenezcas”, es decir, “siéntete extraño en cualquier grupo” refleja el miedo de los padres a ser abandonados.
- “no pienses”, se expresa desvalorizando la inteligencia de forma directa o indirecta. “No pienses distinto a mi”, cualquier pensamiento distinto -ya sea político, religioso, o de otra índole, al que en tu familia tenemos es una amenaza.
- “no estés cerca” desconfianza sobre los sentimientos, básicamente sobre el amor.
- “no seas importante” o “no tengas éxito” son mensajes de padres que se siente amenazados por sus hijos, que constituirán guiones de vida en los que el individuo se acercará al éxito pero no se va a permitir alcanzarlo.
A diferencia de los mandatos, que son de naturaleza limitante, las atribuciones cargan al pequeño con aquello que se espera o desea que sea.
También, como en el caso de los mandatos, la posible lista de atribuciones es ilimitada: “eres como tu tío”, “eres igual que el abuelo”, “eres… bueno, malo, listo, torpe, sano, frágil, especial, distinto, tremendo, etcétera”. Etiquetas que, a base de repetición, se pueden colgar en la mochila que moldea la identidad de un pequeño que busca ser amado, protegido y reconocido.
LOS PERMISOS
Los permisos son elementos, procedentes del exterior, con los que cuenta un sujeto para acabar con los saldos de su guión. Son parte de los impulsos juguetones y son cuatro:
– Permiso para cambiar
– Permiso para amar,relacionarse con otros
– Permiso para ser competente
– Permiso para pensar
Cuantos más permisos recibe una persona más posibilidades tiene de alejarse de un guión vital con maldiciones y más posibilidades de llegar a ser un triunfador.
ANTIGUION O LIBERACIÓN INTERNA
Es como un permiso interno sometido a una especie de condición. Puede estar centrado en un acontecimiento o en un tiempo concreto, a partir del cual se está liberado de la maldición.
Se ve claramente en expresiones como: “hasta que no seas mayor de edad no…”, “hasta que no acabes los estudios no…” En los cuentos se llama “rompemaleficios”. Según estos antiguiones, Eric Berne habla de 7 tipos de guiones.
Tipos de guión según el antiguión:
Guión de nunca: se basa en el mito de Tártalo, que siempre tendría comida y bebida pero nunca podría comer o beber.
Guión de siempre: se basa en el mito de Aracne, que reta a Minerva como tejedora y es condenada a ser araña y tejer para siempre.
Guión de hasta: se basa en el mito de Jasón, a quien se le dijo que no sería rey hasta que cumpliera unas tareas y una vez que fuera rey sería muy feliz, pero sólo por un tiempo. También se basa en el mito de Hércules, el cual no alcanzaría la deidad hasta haber sido esclavo durante doce años.
Guión de después: se basa en el mito de Damocles que fue hecho rey y fue feliz hasta que se le advirtió que sobre su cabeza una espada estaba colgada de la crin de un caballo.
Guión de los reiterados: se basa en el mito de Sísifo, que tiene que subir una roca una y otra vez por la ladera de una montaña y, siempre, cada vez que va ha llegar, la roca se cae.
Guión de final abierto: se basa en el mito de Baufis y Filemón, que fueron transformados en laurel como recompensa por sus buenas obras.
Guión de ahora o de carpe diem: se basa en cualquiera de los permisos, se da este tipo cuando hay un permiso en un guión.