¿ Es el amor un estado químico, una construcción mental o una vibración energética? ¿ Por qué creamos determinados patrones en nuestra vida? Descubre en este post los secretos de vibrar en amor y empieza a atraer a tu vida justo lo que mereces.
En algún momento de nuestra vida a muchos de nosotros nos ha resultado difícil integrar conceptos de amor, certeza, luz o energía y llevarlos a la práctica cuando nos encontramos en pleno caos o confusión; se nos ha dicho que todo aquello que dejemos ir abre espacio para lo nuevo, que amarnos es el comienzo para tener relaciones sanas, que perdonar nos libera, que empezar a cuidarnos y respetarnos es enseñar a que otros hagan lo mismo, que invertir en ti es la mejor manera de cuidarte.
Pero lo que no sabemos es que todos esos datos o información ya están en nuestro campo vibratorio y sólo necesitamos descubrirlo.
Hablar de energía en su más alta vibración es hablar de amor pero no es solamente amor hacia la pareja, la familia, la mascota o amigos, es hablar de la manifestación de una presencia y estado energético rebosante, no la proyección de una carencia.
Si ya estas familiarizado con los conceptos de energía, frecuencia y vibración entenderás que todo lo que vive, late de energía, y toda esa energía contiene información, sin ella no podríamos vibrar ni atraer todo aquello que deseemos, es decir no podemos deslindar el cuerpo físico del cuerpo mental, emocional y espiritual; estamos interconectados con ello y si alguno de estos falla todo lo demás se afecta.
Al hablar de amor la frecuencia más baja es el dolor, y éste no es más que un mecanismo para recordar que nos hemos salido del balance energético y recobrar nuestro centro.
¿Y cómo nos desequilibramos? No te daré una lista pero podría ser una infinidad de factores y decisiones que llamaré malos hábitos energéticos.
El resentimiento y toda la gama de energía roja en su baja vibración como el enojo, ira, irritabilidad, la energía gris como la traición, perder a alguien importante, una estilo de vida desarmónico, falta de ejercicio, malas elecciones en cuanto a la alimentación, rodearse de un ambiente tóxico etc.
Y hablando de vibraciones ¿Sabías que el estar enamorado o locos por alguien es una característica química del cerebro?
La hormona Oxitocina entre otras; ayudan a forjar lazos permanentes entre amantes, haciendo que la pareja se sienta más vinculada y cercana emocionalmente.Pero químicamente el verdadero enamoramiento se produce en el cerebro con altas cantidades de Feniletilamina, compuesto semejante al de las anfetaminas que tiene la capacidad de aumentar la energía física, la alegría y la lucidez mental.
Es así que a través de esta interacción química el cuerpo hace lo posible por unirnos a nuestra pareja, eso precisamente lo puede convertir en una gran adicción.
Por eso que las llamadas relaciones destructivas o relaciones adictivas su principal componente sea esta bomba de hormonas provocando que una pasión amorosa descontrole nuestra vida; haciendo a una persona “bioquímicamente compatible” pero que en realidad no tengan nada en común. ¿Te suena familiar?
Pero antes de que una persona se fije en otra, ya desde su infancia, ha construido todo un mapa mental por experiencias, aprendizaje, vivencias; un molde completo de circuitos cerebrales que determinan lo que le hará enamorarse de una persona y no de otra. Creando patrones donde cada cual busca la pareja que cree merecer.
Cuando nuestro sistema energético acaba de pasar por una relación lo primero que hará es sentirse con un síndrome de abstinencia, un cansancio emocional y hasta físico por lo tanto es momento de recuperar el equilibrio.
El cuerpo energético está constantemente ajustando las energías disponibles para equilibrarse y sentirse bien. Es decir, despejar la energía estancada potenciando las que están débiles y dispersando o tranquilizando las que sobran o están exaltadas.
La impresión real que causamos en el ánimo de quienes se relacionan con nosotros, es todo este ambiente químico, mental y emocional que emanamos con nuestros pensamientos, emociones y estado físico.
Si nuestra aura y la de quienes tenemos a nuestro lado son compatibles en energía o tienen parecida vibración, es cuando nos sentiremos a gusto, relajados y en muchos casos atraídos por esa persona. En pocas palabras el nivel de consciencia del otro resuena en la tuya.
En este caso podremos deducir que gracias a este sistema de circuitos, el aura puede ser o no ser un Aura atrayente pero que es lo que la hace así?
Piensa un momento ¿Qué es lo que generas? ¿Cómo te manifiestas? ¿Qué piensas? ¿Cuáles son tus actitudes? ¿Qué emanas al universo?…Pero sobre todo ¿Que es lo que crees de ti? En pocas palabras ¿Cuál es tu Anatomía energética del Amor?
El encuentro con la persona indicada solo se podrá dar si estamos equilibrados y en sintonía con lo que quieres. Al estar en el mismo nivel de evolución lo que harás es atraer situaciones similares, pero ojo!
Hay veces que sin querer buscamos el amor de personas que son incapaces de amar, que no están disponibles por el simple hecho de que vibramos en estado de carencia, queremos que nos resuelvan la vida, o nuestras creencias y huellas de karma se han activado, y tenemos más de lo mismo.
Como el universo solamente responde a nuestras vibraciones y no a nuestras palabras es importante que nuestra señal sea clara y concisa, para ello debemos eliminar toda la energía contradictoria.
Al mantener tus niveles limpios lo que harás es “repeler” aquello a lo que no estás en sintonía. Atrayendo a personas que sean acordes a lo que estás emitiendo.
Buscar desesperadamente una pareja cuando te sientes sin rumbo, sin saber que quieres o triste es atraer algo similar y hasta veces mucho peor (créemelo).
En cambio vibrar: Romance, pasión, fidelidad, amor, comprensión, en pocas palabras VIDA, este tipo de frecuencias hará que otros que andan buscando lo mismo que tú, se sientan atraídos.
“La estructura interior, el soporte que tienes en tu vida espiritual, como vives tu vida, el no necesitar ser rescatada por nadie, el orden y energía que de ti emana eso es atracción”
Extraído de Sofia Randall
En algún momento de nuestra vida a muchos de nosotros nos ha resultado difícil integrar conceptos de amor, certeza, luz o energía y llevarlos a la práctica cuando nos encontramos en pleno caos o confusión; se nos ha dicho que todo aquello que dejemos ir abre espacio para lo nuevo, que amarnos es el comienzo para tener relaciones sanas, que perdonar nos libera, que empezar a cuidarnos y respetarnos es enseñar a que otros hagan lo mismo, que invertir en ti es la mejor manera de cuidarte.
Pero lo que no sabemos es que todos esos datos o información ya están en nuestro campo vibratorio y sólo necesitamos descubrirlo.
Hablar de energía en su más alta vibración es hablar de amor pero no es solamente amor hacia la pareja, la familia, la mascota o amigos, es hablar de la manifestación de una presencia y estado energético rebosante, no la proyección de una carencia.
Si ya estas familiarizado con los conceptos de energía, frecuencia y vibración entenderás que todo lo que vive, late de energía, y toda esa energía contiene información, sin ella no podríamos vibrar ni atraer todo aquello que deseemos, es decir no podemos deslindar el cuerpo físico del cuerpo mental, emocional y espiritual; estamos interconectados con ello y si alguno de estos falla todo lo demás se afecta.
Al hablar de amor la frecuencia más baja es el dolor, y éste no es más que un mecanismo para recordar que nos hemos salido del balance energético y recobrar nuestro centro.
¿Y cómo nos desequilibramos? No te daré una lista pero podría ser una infinidad de factores y decisiones que llamaré malos hábitos energéticos.
El resentimiento y toda la gama de energía roja en su baja vibración como el enojo, ira, irritabilidad, la energía gris como la traición, perder a alguien importante, una estilo de vida desarmónico, falta de ejercicio, malas elecciones en cuanto a la alimentación, rodearse de un ambiente tóxico etc.
Y hablando de vibraciones ¿Sabías que el estar enamorado o locos por alguien es una característica química del cerebro?
La hormona Oxitocina entre otras; ayudan a forjar lazos permanentes entre amantes, haciendo que la pareja se sienta más vinculada y cercana emocionalmente.Pero químicamente el verdadero enamoramiento se produce en el cerebro con altas cantidades de Feniletilamina, compuesto semejante al de las anfetaminas que tiene la capacidad de aumentar la energía física, la alegría y la lucidez mental.
Es así que a través de esta interacción química el cuerpo hace lo posible por unirnos a nuestra pareja, eso precisamente lo puede convertir en una gran adicción.
Por eso que las llamadas relaciones destructivas o relaciones adictivas su principal componente sea esta bomba de hormonas provocando que una pasión amorosa descontrole nuestra vida; haciendo a una persona “bioquímicamente compatible” pero que en realidad no tengan nada en común. ¿Te suena familiar?
Pero antes de que una persona se fije en otra, ya desde su infancia, ha construido todo un mapa mental por experiencias, aprendizaje, vivencias; un molde completo de circuitos cerebrales que determinan lo que le hará enamorarse de una persona y no de otra. Creando patrones donde cada cual busca la pareja que cree merecer.
Cuando nuestro sistema energético acaba de pasar por una relación lo primero que hará es sentirse con un síndrome de abstinencia, un cansancio emocional y hasta físico por lo tanto es momento de recuperar el equilibrio.
El cuerpo energético está constantemente ajustando las energías disponibles para equilibrarse y sentirse bien. Es decir, despejar la energía estancada potenciando las que están débiles y dispersando o tranquilizando las que sobran o están exaltadas.
La impresión real que causamos en el ánimo de quienes se relacionan con nosotros, es todo este ambiente químico, mental y emocional que emanamos con nuestros pensamientos, emociones y estado físico.
Si nuestra aura y la de quienes tenemos a nuestro lado son compatibles en energía o tienen parecida vibración, es cuando nos sentiremos a gusto, relajados y en muchos casos atraídos por esa persona. En pocas palabras el nivel de consciencia del otro resuena en la tuya.
En este caso podremos deducir que gracias a este sistema de circuitos, el aura puede ser o no ser un Aura atrayente pero que es lo que la hace así?
Piensa un momento ¿Qué es lo que generas? ¿Cómo te manifiestas? ¿Qué piensas? ¿Cuáles son tus actitudes? ¿Qué emanas al universo?…Pero sobre todo ¿Que es lo que crees de ti? En pocas palabras ¿Cuál es tu Anatomía energética del Amor?
El encuentro con la persona indicada solo se podrá dar si estamos equilibrados y en sintonía con lo que quieres. Al estar en el mismo nivel de evolución lo que harás es atraer situaciones similares, pero ojo!
Hay veces que sin querer buscamos el amor de personas que son incapaces de amar, que no están disponibles por el simple hecho de que vibramos en estado de carencia, queremos que nos resuelvan la vida, o nuestras creencias y huellas de karma se han activado, y tenemos más de lo mismo.
Como el universo solamente responde a nuestras vibraciones y no a nuestras palabras es importante que nuestra señal sea clara y concisa, para ello debemos eliminar toda la energía contradictoria.
Al mantener tus niveles limpios lo que harás es “repeler” aquello a lo que no estás en sintonía. Atrayendo a personas que sean acordes a lo que estás emitiendo.
Buscar desesperadamente una pareja cuando te sientes sin rumbo, sin saber que quieres o triste es atraer algo similar y hasta veces mucho peor (créemelo).
En cambio vibrar: Romance, pasión, fidelidad, amor, comprensión, en pocas palabras VIDA, este tipo de frecuencias hará que otros que andan buscando lo mismo que tú, se sientan atraídos.
“La estructura interior, el soporte que tienes en tu vida espiritual, como vives tu vida, el no necesitar ser rescatada por nadie, el orden y energía que de ti emana eso es atracción”
Extraído de Sofia Randall