evolucionconsciente.org
Rosa Ruiz
En el camino que nuestra Alma trazó para su evolución en esta vida, cada uno de nosotros tenemos nuestro propio ritmo de aprendizaje, en el post que compartimos hoy podrás reconocer el ritmo de tu alma y aprender a respetar el ritmo del resto de almas con quienes pactaste hacer este maravilloso viaje que llamamos vida.
Por más que se presione el acelerador, pudiéndolo hacer a voluntad, nuestra alma no irá más rápida en su aprendizaje. Toda evolución comporta una instrucción y el haberla integrado en uno mismo. No por querer correr más, se llegará antes.
Cuando nuestra velocidad no se corresponde con nuestra capacidad de absorción e integración de lo aprendido, el ser debe de prepararse para la asimilación de lo vivido. Cuando no es así, se desarmoniza y bloquea su proceso.
No se puede ir más lento a voluntad. La lentitud inconsciente os llevará a una aceleración de vuestro aprendizaje a través del malestar. Lo mismo en el sentido de la aceleración.
Cada alma necesita de un ritmo concreto para poder elevar su vibración. Este está sincronizado con lo que ha venido a realizar en esta vida y todo su contenido.
Aceptando el ritmo individual llegamos a manifestar aquello que hemos venido a hacer en esta vida.
Se recomienda fluir y no querer obtener una velocidad concreta, porque alma y ser deben de estar sintonizados, y para que esto ocurra, la consciencia debe de hacer presencia en uno. Cuando esta aparece, o se obtiene cierto nivel, entonces, uno deja de querer llegar antes a algo, o de querer experimentar una situación importante para nuestra alma.
Fluye. Sigue tu curso y acéptalo. Aprende de lo que vives y siente tu naturaleza en tu interior. Todo lo demás vendrá por si solo en el momento adecuado. Entonces, todo será según tus necesidades y creaciones.
Cuando nuestra consciencia empieza a dar pasos importantes hacia su elevación y sube los peldaños de la Ascensión, es cuando empezamos a darnos cuenta, de una manera más notable, de toda energía de menor vibración a la nuestra. Esta toma de consciencia nos hace, a la vez, aceptar, comprender y respetar el ritmo de cada uno.
Siendo nosotros, nos elevamos. Siendo lo aprendido según nuestro exterior, nos limitamos y estancamos.
A menudo vemos como en las parejas, los dos miembros siguen ritmos diferentes. Una parte puede estar muy interesada en llegar a conocerse ella misma, en cambio, la otra parte parece que no le interesen todos estos temas de tipo “espiritual”. Los intereses y la actitud ante la vida parecen distanciarse de los de la otra parte de la pareja. Parece, entonces, que cada uno sigue un camino en la vida diferente a cuando se conocieron por primera vez.
¿Sabéis qué? No debéis de asustaros ni empezar a tener pensamientos no del todo positivos en relación a vuestra pareja.
Cuando alguien empieza a ver cierto aparente distanciamiento en relación al otro, quiere decir que la luz de su interior le ilumina la situación o relación y empieza a ver de una manera clara, o mejor, la situación que está viviendo, pudiendo darse cuenta de todo aquello que no vibra como él.
Cuando vibras en un grado 5, por ejemplo, aceptas todo lo de tu mismo nivel o superior, pero te das cuenta con una notoriedad más intensa de todo aquello que no vibra como tú. Este paso es bueno para tu ser. Quiere decir que empiezas a darte cuenta cuando no estamos siendo nosotros o no nos encontramos en el camino, quizás adecuado para nuestro bienestar.
Aquí es donde debemos de empezar a ser tolerantes, a confiar y a reafirmarnos de una manera más notable, para vivir según nosotros somos.
Un primer paso es darnos cuenta en qué nivel nos encontrábamos antes de llegar a nuestro ahora actual. ¿Qué hacer en estos casos?
Debe de prevalecer el bienestar en ti. Tu corazón, quizás empieza a ser oído por tu ser.
¿Sabéis que un ser iluminado puede con una multitud de oscuridad? Poder ver la Luz en nuestro camino nos permite dar los pasos adecuados para continuar nuestro proceso a voluntad.
Cuando vivimos en la oscuridad, en la no consciencia, andamos a ciegas sin saber del camino. Necesitamos una Luz, un faro donde tener una referencia para dirigirnos hacia nosotros mismos.
Cuando empiezas a darte cuenta que vuestros dos caminos no andan igual, quiere decir que empiezas a ver la luz de la Verdad de tu vida. Esta Luz no será desaprovechada porque puede servir de guía para tu pareja o familia.
Cada una de vosotras, amadas almas despiertas, sois la Luz para vuestro entorno y relaciones. Sencillamente sed vosotros, y dejad que todo sea. Mostrad vuestra armonía interior, vuestro amor hacia quien os rodea, y dejad que vuestra presencia se encargue de elevar a los demás, también.
Cuando los dos miembros de una pareja siguen ritmos diferentes, eso no es malo, y pensad que la de mayor vibración ayuda a los de menor vibración. Precisamente estás dónde estás, para ayudar a los demás, siendo tú, y para poderte reafirmar en tu camino. Sé tú en todo momento, sintiendo el amor y el bienestar en ti. No temas y confía que la vida escucha tus plegarias y tiene en cuenta tu manera de ser.
Te mereces lo mejor, pero para esto, debes de sentir aquel quien eres dentro de ti. Las consecuencias derivadas de esta actitud y presencia ante la vida, te permitirá atraer solo lo mejor, no solo para ti, sino también, para todos aquellos que te rodean.
Todos hemos venido a este planeta para llevar a término parte de un Plan Divino Superior. Dejemos que cada uno haga su parte, y ten presente, que tu parte es justo aquello que sientes que debes de hacer en tu corazón. ¡Escúchalo!, y lleva a término aquello que sientas dentro de ti.
Fuente: Jordi Morella
Por más que se presione el acelerador, pudiéndolo hacer a voluntad, nuestra alma no irá más rápida en su aprendizaje. Toda evolución comporta una instrucción y el haberla integrado en uno mismo. No por querer correr más, se llegará antes.
Cuando nuestra velocidad no se corresponde con nuestra capacidad de absorción e integración de lo aprendido, el ser debe de prepararse para la asimilación de lo vivido. Cuando no es así, se desarmoniza y bloquea su proceso.
No se puede ir más lento a voluntad. La lentitud inconsciente os llevará a una aceleración de vuestro aprendizaje a través del malestar. Lo mismo en el sentido de la aceleración.
Cada alma necesita de un ritmo concreto para poder elevar su vibración. Este está sincronizado con lo que ha venido a realizar en esta vida y todo su contenido.
Aceptando el ritmo individual llegamos a manifestar aquello que hemos venido a hacer en esta vida.
Se recomienda fluir y no querer obtener una velocidad concreta, porque alma y ser deben de estar sintonizados, y para que esto ocurra, la consciencia debe de hacer presencia en uno. Cuando esta aparece, o se obtiene cierto nivel, entonces, uno deja de querer llegar antes a algo, o de querer experimentar una situación importante para nuestra alma.
Fluye. Sigue tu curso y acéptalo. Aprende de lo que vives y siente tu naturaleza en tu interior. Todo lo demás vendrá por si solo en el momento adecuado. Entonces, todo será según tus necesidades y creaciones.
Cuando nuestra consciencia empieza a dar pasos importantes hacia su elevación y sube los peldaños de la Ascensión, es cuando empezamos a darnos cuenta, de una manera más notable, de toda energía de menor vibración a la nuestra. Esta toma de consciencia nos hace, a la vez, aceptar, comprender y respetar el ritmo de cada uno.
Siendo nosotros, nos elevamos. Siendo lo aprendido según nuestro exterior, nos limitamos y estancamos.
A menudo vemos como en las parejas, los dos miembros siguen ritmos diferentes. Una parte puede estar muy interesada en llegar a conocerse ella misma, en cambio, la otra parte parece que no le interesen todos estos temas de tipo “espiritual”. Los intereses y la actitud ante la vida parecen distanciarse de los de la otra parte de la pareja. Parece, entonces, que cada uno sigue un camino en la vida diferente a cuando se conocieron por primera vez.
¿Sabéis qué? No debéis de asustaros ni empezar a tener pensamientos no del todo positivos en relación a vuestra pareja.
Cuando alguien empieza a ver cierto aparente distanciamiento en relación al otro, quiere decir que la luz de su interior le ilumina la situación o relación y empieza a ver de una manera clara, o mejor, la situación que está viviendo, pudiendo darse cuenta de todo aquello que no vibra como él.
Cuando vibras en un grado 5, por ejemplo, aceptas todo lo de tu mismo nivel o superior, pero te das cuenta con una notoriedad más intensa de todo aquello que no vibra como tú. Este paso es bueno para tu ser. Quiere decir que empiezas a darte cuenta cuando no estamos siendo nosotros o no nos encontramos en el camino, quizás adecuado para nuestro bienestar.
Aquí es donde debemos de empezar a ser tolerantes, a confiar y a reafirmarnos de una manera más notable, para vivir según nosotros somos.
Un primer paso es darnos cuenta en qué nivel nos encontrábamos antes de llegar a nuestro ahora actual. ¿Qué hacer en estos casos?
Debe de prevalecer el bienestar en ti. Tu corazón, quizás empieza a ser oído por tu ser.
¿Sabéis que un ser iluminado puede con una multitud de oscuridad? Poder ver la Luz en nuestro camino nos permite dar los pasos adecuados para continuar nuestro proceso a voluntad.
Cuando vivimos en la oscuridad, en la no consciencia, andamos a ciegas sin saber del camino. Necesitamos una Luz, un faro donde tener una referencia para dirigirnos hacia nosotros mismos.
Cuando empiezas a darte cuenta que vuestros dos caminos no andan igual, quiere decir que empiezas a ver la luz de la Verdad de tu vida. Esta Luz no será desaprovechada porque puede servir de guía para tu pareja o familia.
Cada una de vosotras, amadas almas despiertas, sois la Luz para vuestro entorno y relaciones. Sencillamente sed vosotros, y dejad que todo sea. Mostrad vuestra armonía interior, vuestro amor hacia quien os rodea, y dejad que vuestra presencia se encargue de elevar a los demás, también.
Cuando los dos miembros de una pareja siguen ritmos diferentes, eso no es malo, y pensad que la de mayor vibración ayuda a los de menor vibración. Precisamente estás dónde estás, para ayudar a los demás, siendo tú, y para poderte reafirmar en tu camino. Sé tú en todo momento, sintiendo el amor y el bienestar en ti. No temas y confía que la vida escucha tus plegarias y tiene en cuenta tu manera de ser.
Te mereces lo mejor, pero para esto, debes de sentir aquel quien eres dentro de ti. Las consecuencias derivadas de esta actitud y presencia ante la vida, te permitirá atraer solo lo mejor, no solo para ti, sino también, para todos aquellos que te rodean.
Todos hemos venido a este planeta para llevar a término parte de un Plan Divino Superior. Dejemos que cada uno haga su parte, y ten presente, que tu parte es justo aquello que sientes que debes de hacer en tu corazón. ¡Escúchalo!, y lleva a término aquello que sientas dentro de ti.
Fuente: Jordi Morella