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Sara Tibet
1. La iluminación es un largo viaje que toma años, décadas, o incluso toda una vida o más.
La iluminación consiste en darte cuenta de lo que eres y de lo que siempre has sido.
Que tú no eres la imagen que tienes de ti mismo, ni tus pensamientos ni tu cuerpo.
Debido a que ya eres Consciencia, una analogía sería preguntarte: ¿qué distancia necesitaría recorrer el océano para encontrar agua? La respuesta es: ninguna distancia. Simplemente necesitaría reconocer claramente lo que ya es.
La razón por la que es difícil despertar a nuestra naturaleza original infinita es porque se nos ha condicionado desde que nacimos, que somos nuestro cuerpo y/o la imagen que tenemos de nosotros mismos en nuestra mente.
No somos eso. Entonces ¿Qué somos? Somos lo que en silencio observa, es CONSCIENTE de todo lo que experimentamos. Esto incluye todos los pensamientos, sentimientos, emociones, imágenes y percepciones que surgen dentro. Por ejemplo, ¿cómo sabes que tienes un cuerpo? Lo sabes porque estás consciente de él. ¿Cómo sabes que tienes pensamientos? Lo sabes porque estás consciente de ellos. En pocas palabras, tu naturaleza es la CONSCIENCIA misma.
2. Estaré iluminado en cuanto aprenda a detener mis pensamientos.
Este es un error muy común. La realidad es que no necesitas que tus pensamientos se detengan para despertar, sólo tienes que dejar de identificarte con ellos. Sin embargo, esto no es tan fácil porque la mayoría de nosotros nos hemos pasado la vida haciendo justamente eso. La clave está en observarlos, observarlos silenciosamente. Observa el espacio que hay entre tú y el pensamiento que surge y date cuenta que tú estás presente antes que el pensamiento, durante el pensamiento, y después del pensamiento, entonces, el pensamiento no puede ser tú. De hecho, ¿acaso no estás absolutamente presente incluso cuando ningún pensamiento está surgiendo?
3. La iluminación significa que me liberaré del ego.
El ego es necesario para la supervivencia del cuerpo, y es lo que nos indica cuándo huir del peligro o cuándo debemos defendernos. Sin embargo, a pesar de que en raras ocasiones nos encontramos en situaciones reales de vida o muerte, el ego aborda cualquier disturbio psicológico con esta misma respuesta de lucha o huida. Si alguien nos insulta el ego entra en acción sintiéndose amenazado.
La clave está en ver que no somos nuestro ego. A través de observarlo cuando se pone en acción podemos ir ganando un poco de espacio entre nosotros y él. Cuanto más espacio, menos atracción generará sobre nosotros. Muy pronto, el ego se empieza a sentir un niño mimado que siempre está quejándose y lloriqueando porque quiere lo que quiere y cuando quiere. El mantra del ego es: ‘¡Yo, yo, yo!’
4. Una vez que me ilumine, mi vida estará libre de problemas.
Cuando despiertas, no es que sólo tendrás cosas ‘positivas’ en tu vida, más bien es que has dejado de etiquetarlas como positivas y negativas porque todo es visto ahora como la Vida desplegándose exactamente tal y como es. Te das cuenta que no tienes el control de la Vida, que la Vida es, y que no estás separado de la Vida. Aprendes a confiar plena y completamente en la Vida. Aprendes a ‘fluir’ y a disfrutar del viaje. Una montaña rusa tiene ALTAS y BAJAS. ¡No puedes tener una con sólo ALTAS!
Recuerda, todo el mundo es un buen capitán cuando la mar está en calma… así que mejor no huyamos de las tormentas… Podemos ver una tormenta como un problema completamente insuperable o como un desafío para llegar a lo más profundo y descubrir de lo que estamos hechos realmente. Como dice el refrán, ‘los barcos no fueron diseñados para permanecer en puerto’.
Independientemente del resultado de la situación, aprenderás algo acerca de ti mismo que no sabías. Y cuando despiertes, serás consciente de que lo que eres, en tu centro, jamás podrá ser dañado.
5. Sabré que estoy iluminado porque me sentiré dichoso todos los días.
Aunque la dicha o la felicidad suprema es una experiencia maravillosa, como toda experiencia, es algo que viene y va. La idea de que estar iluminado significa ser dichoso todo el tiempo, simplemente no es verdad. Despertar significa ser plenamente auténtico con el momento presente, APAREZCA LO QUE APAREZCA.
Ya que el ser iluminado no se encuentra viviendo en el pasado ni en el futuro, tiene la capacidad de acoger incondicionalmente cualquier pensamiento, sentimiento, sensación o emoción que esté surgiendo en el momento presente. Lo que descubrimos es que nosotros, somos ese ESPACIO para cualquier experiencia que esté sucediendo en este momento.
Algunas consideraciones finales…
Y así, en el Vedanta Advaita el término sánscrito, “neti neti,” que significa ‘ni esto, ni aquello’ se utiliza a menudo como una práctica para encontrar el camino de regreso a casa. Por ejemplo, podrías ver un árbol y preguntar, ‘¿Soy el árbol, o lo que está consciente de él?’ Ya que tú estás consciente del árbol, sabes entonces, que no podrías ser el árbol. Y puedes hacer esto con cada objeto en el que aterricen tus ojos, incluyendo tu cuerpo.
Al principio, la mente tratará de decir, ‘¡Pero ‘yo’ estoy consciente de esto!’ Sin embargo, cuando tienes que preguntar, ‘¿Y qué es lo que conoce o está consciente de este ‘yo’ que afirma conocer el árbol? Y la mente dice, ‘¡Yo!’ Y tú preguntas, ‘¿Y quién está consciente de este ‘yo?’ Si sigues preguntando, ‘¿Y qué es lo que está consciente de eso?’ a cualquier respuesta que se le ocurra a la mente, con el tiempo, la mente se calma al darse cuenta que se ha quedado sin respuestas. Y así, terminas encontrando el silencio.
La clave es que tienes que hacer este ejercicio, realmente, de tal forma que el entendimiento intelectual termine siendo experiencial. Esto se conoce, no a través de creer en lo que los demás te digan, sino a través de confirmarlo con tu propia experiencia directa. De pronto, podrías caer en la cuenta de que lo que siempre estuviste buscando era ESO que está llevando a cabo la búsqueda… y entonces… comienzas a descansar de tanta búsqueda.
Via: periodicodecrecimiento
La iluminación consiste en darte cuenta de lo que eres y de lo que siempre has sido.
Que tú no eres la imagen que tienes de ti mismo, ni tus pensamientos ni tu cuerpo.
Debido a que ya eres Consciencia, una analogía sería preguntarte: ¿qué distancia necesitaría recorrer el océano para encontrar agua? La respuesta es: ninguna distancia. Simplemente necesitaría reconocer claramente lo que ya es.
La razón por la que es difícil despertar a nuestra naturaleza original infinita es porque se nos ha condicionado desde que nacimos, que somos nuestro cuerpo y/o la imagen que tenemos de nosotros mismos en nuestra mente.
No somos eso. Entonces ¿Qué somos? Somos lo que en silencio observa, es CONSCIENTE de todo lo que experimentamos. Esto incluye todos los pensamientos, sentimientos, emociones, imágenes y percepciones que surgen dentro. Por ejemplo, ¿cómo sabes que tienes un cuerpo? Lo sabes porque estás consciente de él. ¿Cómo sabes que tienes pensamientos? Lo sabes porque estás consciente de ellos. En pocas palabras, tu naturaleza es la CONSCIENCIA misma.
2. Estaré iluminado en cuanto aprenda a detener mis pensamientos.
Este es un error muy común. La realidad es que no necesitas que tus pensamientos se detengan para despertar, sólo tienes que dejar de identificarte con ellos. Sin embargo, esto no es tan fácil porque la mayoría de nosotros nos hemos pasado la vida haciendo justamente eso. La clave está en observarlos, observarlos silenciosamente. Observa el espacio que hay entre tú y el pensamiento que surge y date cuenta que tú estás presente antes que el pensamiento, durante el pensamiento, y después del pensamiento, entonces, el pensamiento no puede ser tú. De hecho, ¿acaso no estás absolutamente presente incluso cuando ningún pensamiento está surgiendo?
3. La iluminación significa que me liberaré del ego.
El ego es necesario para la supervivencia del cuerpo, y es lo que nos indica cuándo huir del peligro o cuándo debemos defendernos. Sin embargo, a pesar de que en raras ocasiones nos encontramos en situaciones reales de vida o muerte, el ego aborda cualquier disturbio psicológico con esta misma respuesta de lucha o huida. Si alguien nos insulta el ego entra en acción sintiéndose amenazado.
La clave está en ver que no somos nuestro ego. A través de observarlo cuando se pone en acción podemos ir ganando un poco de espacio entre nosotros y él. Cuanto más espacio, menos atracción generará sobre nosotros. Muy pronto, el ego se empieza a sentir un niño mimado que siempre está quejándose y lloriqueando porque quiere lo que quiere y cuando quiere. El mantra del ego es: ‘¡Yo, yo, yo!’
4. Una vez que me ilumine, mi vida estará libre de problemas.
Cuando despiertas, no es que sólo tendrás cosas ‘positivas’ en tu vida, más bien es que has dejado de etiquetarlas como positivas y negativas porque todo es visto ahora como la Vida desplegándose exactamente tal y como es. Te das cuenta que no tienes el control de la Vida, que la Vida es, y que no estás separado de la Vida. Aprendes a confiar plena y completamente en la Vida. Aprendes a ‘fluir’ y a disfrutar del viaje. Una montaña rusa tiene ALTAS y BAJAS. ¡No puedes tener una con sólo ALTAS!
Recuerda, todo el mundo es un buen capitán cuando la mar está en calma… así que mejor no huyamos de las tormentas… Podemos ver una tormenta como un problema completamente insuperable o como un desafío para llegar a lo más profundo y descubrir de lo que estamos hechos realmente. Como dice el refrán, ‘los barcos no fueron diseñados para permanecer en puerto’.
Independientemente del resultado de la situación, aprenderás algo acerca de ti mismo que no sabías. Y cuando despiertes, serás consciente de que lo que eres, en tu centro, jamás podrá ser dañado.
5. Sabré que estoy iluminado porque me sentiré dichoso todos los días.
Aunque la dicha o la felicidad suprema es una experiencia maravillosa, como toda experiencia, es algo que viene y va. La idea de que estar iluminado significa ser dichoso todo el tiempo, simplemente no es verdad. Despertar significa ser plenamente auténtico con el momento presente, APAREZCA LO QUE APAREZCA.
Ya que el ser iluminado no se encuentra viviendo en el pasado ni en el futuro, tiene la capacidad de acoger incondicionalmente cualquier pensamiento, sentimiento, sensación o emoción que esté surgiendo en el momento presente. Lo que descubrimos es que nosotros, somos ese ESPACIO para cualquier experiencia que esté sucediendo en este momento.
Algunas consideraciones finales…
Y así, en el Vedanta Advaita el término sánscrito, “neti neti,” que significa ‘ni esto, ni aquello’ se utiliza a menudo como una práctica para encontrar el camino de regreso a casa. Por ejemplo, podrías ver un árbol y preguntar, ‘¿Soy el árbol, o lo que está consciente de él?’ Ya que tú estás consciente del árbol, sabes entonces, que no podrías ser el árbol. Y puedes hacer esto con cada objeto en el que aterricen tus ojos, incluyendo tu cuerpo.
Al principio, la mente tratará de decir, ‘¡Pero ‘yo’ estoy consciente de esto!’ Sin embargo, cuando tienes que preguntar, ‘¿Y qué es lo que conoce o está consciente de este ‘yo’ que afirma conocer el árbol? Y la mente dice, ‘¡Yo!’ Y tú preguntas, ‘¿Y quién está consciente de este ‘yo?’ Si sigues preguntando, ‘¿Y qué es lo que está consciente de eso?’ a cualquier respuesta que se le ocurra a la mente, con el tiempo, la mente se calma al darse cuenta que se ha quedado sin respuestas. Y así, terminas encontrando el silencio.
La clave es que tienes que hacer este ejercicio, realmente, de tal forma que el entendimiento intelectual termine siendo experiencial. Esto se conoce, no a través de creer en lo que los demás te digan, sino a través de confirmarlo con tu propia experiencia directa. De pronto, podrías caer en la cuenta de que lo que siempre estuviste buscando era ESO que está llevando a cabo la búsqueda… y entonces… comienzas a descansar de tanta búsqueda.
Via: periodicodecrecimiento