rincondeltibet.com
Sara Tibet
Hay momentos en los que parece que nada sale bien, que las personas que nos rodean actúan mal contra nosotros a propósito o que las cosas no van como esperábamos.
Llegan malas noticias, los planes no funcionan, se enferma hasta el gato y parece que sólo falta que nos parta un rayo. Nos paramos bajo la lluvia buscando que nos caiga el rayo en la cabeza, y ni siquiera eso sale bien…
Estas situaciones difíciles además de causarnos malestar y cambiarnos el estado de ánimo, nos obligan o a sentarnos a llorar o a levantarnos y salir de nuestra zona de confort en la que tan bien estábamos.
Pero…¿Realmente es negativo que nos sucedan este tipo de acontecimientos que nos sacan de nuestra zona de confort?
No, no es malo que suceda, y definitivamente no eres tú, ni tienes mala suerte ni es el karma, ni te han echado una maldición. Es más, salir de la zona de confort es de las mejores cosas que nos pueden suceder.
La vida va como va y siempre será así, con sus altos y sus bajos, somos nosotros quienes cambiamos y quienes debemos darle el sentido adecuado a la misma. Sobre lo único que tenemos el 100% de control es sobre nuestra forma de ver las cosas y sobre nuestro actuar.
Existen dos roles que podemos desarrollar para llevar el juego a nuestro favor o en nuestra contra. El de vencedor, o agente de cambio, y el de víctima.
1. La víctima es a quien una acción, un suceso o una persona le producen daño. Acepta que lo que ocurre le está lastimando y deja que le afecte. Al victimizarnosestamos admitiendo que no podemos hacer nada para cambiar lo que está pasando. Simplemente sentimos lástima, impotencia y resignación, y esperamos a que ojalá la buena suerte regrese algún día. Nos sentamos a llorar…
2. El agente de cambio es una persona que resulta ganadora en cualquier situación, suceso o ante cualquier otro. Esto es gracias a que maneja las circunstancias y recursos a su favor para verlo como un punto positivo y convertirlo en oportunidad. Es versátil, es moldeable y cambiante. Sabe que es el capitán de su propia nave y no deja que nada lo desequilibre, mueve el timón y cambia de rumbo al nuevo camino que le depara la vida.
Estás atravesando un momento de cambio en el que miles de oportunidades se generan, empieza a escoger las que mejor se adapten a ti. El cambio siempre trae cosas positivas.
Respira, está hecho y hay que aceptarlo, vas a iniciar una nueva aventura y debe ser tomada como tal, con expectativa y emoción, como se hace cuando algo nuevo llega a tu vida. De ahora en adelante concéntrate todo momento en aprender y encontrar oportunidades de todo lo que empieza a pasar. Solo en lo positivo.
Busca y descubre cualidades y fortalezas que no sabías que tenías, o que aunque conocías no les habías dado importancia. La creatividad es el mejor recurso en momentos de problemas y de crisis.
Aunque siempre lo digo, hoy lo repetiré: rodéate de personas que te aporten positivamente y apártate de quienes hacen lo contrario, lo que menos necesitas es gente que te confunda o te haga olvidar la oportunidad que estás viviendo.
Cambia la rutina, es el momento para reinventarse y dar un giro. Implementa nuevas formas y nuevos horarios, ve por otras vías, lee otros libros, come nueva comida, habla con desconocidos y haz nuevos amigos. Todo es opción a la hora de refrescarse.
Mantén el sentido del humor, el reírte de estas situaciones da fortaleza para enfrentar de mejor forma cada problema, minimiza la gravedad del asunto, desvanece el sentimiento de frustración y activa el lado creativo del cerebro.
Por último, llénate de cosas que te enriquezcan y te den la motivación que necesites para seguir cada día. Escoge bien la información que almacenas internamente, pues será lo que proyectes externamente.
Y por último te dejo una frase muy popular que circula mucho en internet y describe en pocas palabras cómo actuar ante cada oportunidad:
Vía: elvasomediolleno
Llegan malas noticias, los planes no funcionan, se enferma hasta el gato y parece que sólo falta que nos parta un rayo. Nos paramos bajo la lluvia buscando que nos caiga el rayo en la cabeza, y ni siquiera eso sale bien…
Estas situaciones difíciles además de causarnos malestar y cambiarnos el estado de ánimo, nos obligan o a sentarnos a llorar o a levantarnos y salir de nuestra zona de confort en la que tan bien estábamos.
Pero…¿Realmente es negativo que nos sucedan este tipo de acontecimientos que nos sacan de nuestra zona de confort?
No, no es malo que suceda, y definitivamente no eres tú, ni tienes mala suerte ni es el karma, ni te han echado una maldición. Es más, salir de la zona de confort es de las mejores cosas que nos pueden suceder.
La vida va como va y siempre será así, con sus altos y sus bajos, somos nosotros quienes cambiamos y quienes debemos darle el sentido adecuado a la misma. Sobre lo único que tenemos el 100% de control es sobre nuestra forma de ver las cosas y sobre nuestro actuar.
Existen dos roles que podemos desarrollar para llevar el juego a nuestro favor o en nuestra contra. El de vencedor, o agente de cambio, y el de víctima.
1. La víctima es a quien una acción, un suceso o una persona le producen daño. Acepta que lo que ocurre le está lastimando y deja que le afecte. Al victimizarnosestamos admitiendo que no podemos hacer nada para cambiar lo que está pasando. Simplemente sentimos lástima, impotencia y resignación, y esperamos a que ojalá la buena suerte regrese algún día. Nos sentamos a llorar…
2. El agente de cambio es una persona que resulta ganadora en cualquier situación, suceso o ante cualquier otro. Esto es gracias a que maneja las circunstancias y recursos a su favor para verlo como un punto positivo y convertirlo en oportunidad. Es versátil, es moldeable y cambiante. Sabe que es el capitán de su propia nave y no deja que nada lo desequilibre, mueve el timón y cambia de rumbo al nuevo camino que le depara la vida.
Estás atravesando un momento de cambio en el que miles de oportunidades se generan, empieza a escoger las que mejor se adapten a ti. El cambio siempre trae cosas positivas.
Respira, está hecho y hay que aceptarlo, vas a iniciar una nueva aventura y debe ser tomada como tal, con expectativa y emoción, como se hace cuando algo nuevo llega a tu vida. De ahora en adelante concéntrate todo momento en aprender y encontrar oportunidades de todo lo que empieza a pasar. Solo en lo positivo.
Busca y descubre cualidades y fortalezas que no sabías que tenías, o que aunque conocías no les habías dado importancia. La creatividad es el mejor recurso en momentos de problemas y de crisis.
Aunque siempre lo digo, hoy lo repetiré: rodéate de personas que te aporten positivamente y apártate de quienes hacen lo contrario, lo que menos necesitas es gente que te confunda o te haga olvidar la oportunidad que estás viviendo.
Cambia la rutina, es el momento para reinventarse y dar un giro. Implementa nuevas formas y nuevos horarios, ve por otras vías, lee otros libros, come nueva comida, habla con desconocidos y haz nuevos amigos. Todo es opción a la hora de refrescarse.
Mantén el sentido del humor, el reírte de estas situaciones da fortaleza para enfrentar de mejor forma cada problema, minimiza la gravedad del asunto, desvanece el sentimiento de frustración y activa el lado creativo del cerebro.
Por último, llénate de cosas que te enriquezcan y te den la motivación que necesites para seguir cada día. Escoge bien la información que almacenas internamente, pues será lo que proyectes externamente.
Y por último te dejo una frase muy popular que circula mucho en internet y describe en pocas palabras cómo actuar ante cada oportunidad:
“Lánzame a los lobos y me verás liderando la manada”.
No te rindas, no hay tiempo para sentarse a llorar.Vía: elvasomediolleno