El hombre, en su afán de conocer la realidad de su existencia, se ha visto impulsado a llevar a cabo una búsqueda incesante de sus orígenes y de su auténtico yo. En este proceso han surgido muchas tendencias unas científicas, otras filosóficas, religiosas y esotéricas pero, tomemos el camino que tomemos, todos nos llevan al mismo punto ¿Quién es en realidad el hombre?
Partiendo de esta idea base, que iremos desarrollando, analizaremos cómo, a través de la Astrología, podemos llegar a obtener una respuesta apropiada y coherente a esta cuestión tan vital.
Como primer paso debemos entender que el hombre no es sólo el cuerpo que vemos: se compone de una parte física y de otras muchas sutiles o energéticas y, es en estas partes, denominadas cuerpos sutiles, donde radica la auténtica esencia humana y la conexión con sus orígenes. Pero ¿cómo podemos obtener la información sobre todos estos aspectos que componen al hombre? A través de la Astrología Kármica, personalizada en una Carta Astral.
La Astrología natal o de la Personalidad, nos aporta datos sobre aspectos psicológicos, emocionales y físicos, de la persona en cuestión, pero la Astrología Kármica o del Alma, llamada también Astrología Iniciática, nos acerca a estos cuerpos sutiles y a toda la información que trae el alma en el preciso instante en que ésta se fusiona con el cuerpo en el momento del nacimiento.
Pensamos que el individuo, al nacer, es un ser único, con un principio y un fin, tras el cual todo acaba, al menos como individuo que no como individualidad. Pero la realidad es mucho más compleja, el hombre, visto como un cuerpo físico con una personalidad que es la que adquiere en la vida actual como individuo, desaparece al morir, pero su ser auténtico, su individualidad, continúa su eterno camino en los demás planos de existencia, tras abandonar el plano físico. La vida terrenal es sólo una parada en nuestra andadura espiritual, y es a esta entidad o cuerpo espiritual, al que llamamos alma, siendo quien conserva la auténtica individualidad o identidad del ser.
El alma, desde el momento de su creación, debe seguir un camino de aprendizaje y perfeccionamiento a través de un desarrollo evolutivo o espiritual que se va completando en cada vida y es, este proceso, el que realmente nos va enriqueciendo y haciéndonos más grandes como seres auténticos.
La Astrología Kármica conecta con el archivo akáshico de cada alma, esto es, con toda la información de su desarrollo evolutivo, a través de sus diferentes vidas o encarnaciones. Esto permite conocer tanto la parte positiva como negativa del aprendizaje de ese alma, la misión que ha de realizar en esta vida y el motivo de por qué le suceden las cosas en la vida actual.
Así, la Astrología Kármica, se convierte en una “herramienta” de autoconocimiento tanto espiritual como personal.
Con todo este material llegamos a entender por qué hay personas que tienen vidas fáciles o vidas difíciles, qué relación tenemos con las personas de nuestro entorno y de dónde proceden, en qué ciclo evolutivo nos encontramos, qué línea evolutiva traemos, etc.
La Astrología Kármica nos ayuda a conectar con nuestro auténtico yo, de forma que nuestra parada en la vida física actual sea, en realidad, una continuación de la espiritual. Nos hace ver la diferencia entre vida física y espiritual.
Cuando somos conscientes del significado del desarrollo espiritual del alma, nos hacemos responsables de nuestra propia evolución. En ese momento, necesitamos tener claros determinados aspectos y comportamientos de nuestro pasado espiritual, de forma que esto nos sirva para rectificar los errores cometidos en vidas anteriores, aprendiendo las lecciones adecuadas.
Una Carta Astral es en realidad un archivo que contiene toda la información del alma que encarna en esta vida y de la personalidad que adquirirá en ella. Podríamos compararla con una fotografía de su alma. El esquema o dibujo que se ve es igual al de cualquier carta natal, pero la interpretación y los puntos básicos a considerar son diferentes. Con una carta natal se pueden distinguir diferentes niveles interpretativos como son: el Personal, el Predictivo, el Médico, el Kármico, el Iniciático y el Simbólico. Cada uno de ellos incluye el anterior haciendo la lectura más completa y accediendo a niveles más profundos de la persona. Hay otros tipos interpretativos que están fuera de la secuencia que son el Prenatal, el Energético y el Genético, aunque quizá estas modalidades no sean apenas conocidas o utilizadas.
Como puede verse, hay mucha información oculta en una Carta Natal y es el Astrólogo, dependiendo de su formación e intuición, el que puede elegir la manera de interpretarla, al igual que la del interesado en buscar un tipo de información u otra. Pero lo que considero más importante es que, debido al momento actual, tendríamos que ver la Astrología como algo más que un truco publicitario o adivinatorio, ya que a través de ella podemos llegar a los conocimientos más profundos del hombre y de sus orígenes.
Hay otro aspecto que no me gustaría dejar olvidado y es que al igual que la interpretación de una carta natal nos informa de lo que hay en el alma y la personalidad del individuo, también nos aporta soluciones y abre caminos. Yo la utilizo como medio de diagnóstico terapéutico, por ejemplo para localizar bloqueos energéticos heredados o traídos de vidas pasadas, así como para trabajar con la terapia más adecuada para disolverlos, saber qué colores o clases de cuarzos son los más efectivos a la hora de superar determinados problemas o ciclos problemáticos… En definitiva, esta técnica me indica cuál es la terapia específica que la persona en cuestión necesita, precisamente porque cada uno somos un mundo concreto y único y por tanto, la terapia ha de ser individualizada.
La Astrología es una ciencia muy completa que abarca todos los aspectos necesarios para que el hombre pueda evolucionar proporcionándole la oportunidad de ser responsable y consciente de su misión en este planeta ¿qué más podríamos pedirle al Universo?
Partiendo de esta idea base, que iremos desarrollando, analizaremos cómo, a través de la Astrología, podemos llegar a obtener una respuesta apropiada y coherente a esta cuestión tan vital.
Como primer paso debemos entender que el hombre no es sólo el cuerpo que vemos: se compone de una parte física y de otras muchas sutiles o energéticas y, es en estas partes, denominadas cuerpos sutiles, donde radica la auténtica esencia humana y la conexión con sus orígenes. Pero ¿cómo podemos obtener la información sobre todos estos aspectos que componen al hombre? A través de la Astrología Kármica, personalizada en una Carta Astral.
La Astrología natal o de la Personalidad, nos aporta datos sobre aspectos psicológicos, emocionales y físicos, de la persona en cuestión, pero la Astrología Kármica o del Alma, llamada también Astrología Iniciática, nos acerca a estos cuerpos sutiles y a toda la información que trae el alma en el preciso instante en que ésta se fusiona con el cuerpo en el momento del nacimiento.
Pensamos que el individuo, al nacer, es un ser único, con un principio y un fin, tras el cual todo acaba, al menos como individuo que no como individualidad. Pero la realidad es mucho más compleja, el hombre, visto como un cuerpo físico con una personalidad que es la que adquiere en la vida actual como individuo, desaparece al morir, pero su ser auténtico, su individualidad, continúa su eterno camino en los demás planos de existencia, tras abandonar el plano físico. La vida terrenal es sólo una parada en nuestra andadura espiritual, y es a esta entidad o cuerpo espiritual, al que llamamos alma, siendo quien conserva la auténtica individualidad o identidad del ser.
El alma, desde el momento de su creación, debe seguir un camino de aprendizaje y perfeccionamiento a través de un desarrollo evolutivo o espiritual que se va completando en cada vida y es, este proceso, el que realmente nos va enriqueciendo y haciéndonos más grandes como seres auténticos.
La Astrología Kármica conecta con el archivo akáshico de cada alma, esto es, con toda la información de su desarrollo evolutivo, a través de sus diferentes vidas o encarnaciones. Esto permite conocer tanto la parte positiva como negativa del aprendizaje de ese alma, la misión que ha de realizar en esta vida y el motivo de por qué le suceden las cosas en la vida actual.
Así, la Astrología Kármica, se convierte en una “herramienta” de autoconocimiento tanto espiritual como personal.
Con todo este material llegamos a entender por qué hay personas que tienen vidas fáciles o vidas difíciles, qué relación tenemos con las personas de nuestro entorno y de dónde proceden, en qué ciclo evolutivo nos encontramos, qué línea evolutiva traemos, etc.
La Astrología Kármica nos ayuda a conectar con nuestro auténtico yo, de forma que nuestra parada en la vida física actual sea, en realidad, una continuación de la espiritual. Nos hace ver la diferencia entre vida física y espiritual.
Cuando somos conscientes del significado del desarrollo espiritual del alma, nos hacemos responsables de nuestra propia evolución. En ese momento, necesitamos tener claros determinados aspectos y comportamientos de nuestro pasado espiritual, de forma que esto nos sirva para rectificar los errores cometidos en vidas anteriores, aprendiendo las lecciones adecuadas.
Una Carta Astral es en realidad un archivo que contiene toda la información del alma que encarna en esta vida y de la personalidad que adquirirá en ella. Podríamos compararla con una fotografía de su alma. El esquema o dibujo que se ve es igual al de cualquier carta natal, pero la interpretación y los puntos básicos a considerar son diferentes. Con una carta natal se pueden distinguir diferentes niveles interpretativos como son: el Personal, el Predictivo, el Médico, el Kármico, el Iniciático y el Simbólico. Cada uno de ellos incluye el anterior haciendo la lectura más completa y accediendo a niveles más profundos de la persona. Hay otros tipos interpretativos que están fuera de la secuencia que son el Prenatal, el Energético y el Genético, aunque quizá estas modalidades no sean apenas conocidas o utilizadas.
Como puede verse, hay mucha información oculta en una Carta Natal y es el Astrólogo, dependiendo de su formación e intuición, el que puede elegir la manera de interpretarla, al igual que la del interesado en buscar un tipo de información u otra. Pero lo que considero más importante es que, debido al momento actual, tendríamos que ver la Astrología como algo más que un truco publicitario o adivinatorio, ya que a través de ella podemos llegar a los conocimientos más profundos del hombre y de sus orígenes.
Hay otro aspecto que no me gustaría dejar olvidado y es que al igual que la interpretación de una carta natal nos informa de lo que hay en el alma y la personalidad del individuo, también nos aporta soluciones y abre caminos. Yo la utilizo como medio de diagnóstico terapéutico, por ejemplo para localizar bloqueos energéticos heredados o traídos de vidas pasadas, así como para trabajar con la terapia más adecuada para disolverlos, saber qué colores o clases de cuarzos son los más efectivos a la hora de superar determinados problemas o ciclos problemáticos… En definitiva, esta técnica me indica cuál es la terapia específica que la persona en cuestión necesita, precisamente porque cada uno somos un mundo concreto y único y por tanto, la terapia ha de ser individualizada.
La Astrología es una ciencia muy completa que abarca todos los aspectos necesarios para que el hombre pueda evolucionar proporcionándole la oportunidad de ser responsable y consciente de su misión en este planeta ¿qué más podríamos pedirle al Universo?
© 2015, Sol Ahimsa. Todos los Derechos Reservados. La reproducción parcial o total de este post deberá indicar la autoría original del contenido mediante una mención y deberá incluir un enlace (link) al post original.