Mindfulness o “atención plena-conciencia plena” es una práctica avalada por la comunidad científica internacional que se ha extendido enormemente en los últimos treinta años, y cuyo origen esencial se remonta a disciplinas ancestrales de meditación. La ciencia moderna está finalmente validando empíricamente el mecanismo de transformación mente-cuerpo utilizado por sabios y maestros de todas las épocas.
La base del mindfulness consiste en prestar atención a los pensamientos, las emociones y las sensaciones sin juzgar ni elaborar mentalmente la naturaleza de lo que recibimos. La clave reside en la aceptación de lo que surge, momento a momento, sin detenernos a dotarlo de significado o contenido, puesto que las imágenes mentales o los estados emocionales que recibimos durante la práctica de cualquier disciplina contemplativa suelen tener como ejes principales la rumiación (recuerdos del pasado cuya carga emocional es eminentemente negativa) o las expectativas del futuro (principalmente preocupación acerca de un futuro potencialmente negativo). Este estado de aceptación permite que el cerebro pueda enfocarse en lo que sucede sin necesidad de preocuparse compulsivamente acerca de su origen, sus causas y sus consecuencias, lo que favorece que la mente consciente se expanda y que nos convirtamos en protagonistas activos de nuestra salud física, mental, emocional y espiritual.
Imágenes por resonancia magnética muestran que después de un curso de ocho semanas de mindfulness, el centro del cerebro “lucha o huida”, la amígdala, parece encogerse. Esta región primitiva del cerebro, asociada con el miedo y la emoción, está involucrada en la iniciación de la respuesta del cuerpo al estrés y ansiedad: el sistema nervioso simpático. A medida que la amígdala se contrae, la corteza pre-frontal – relacionada con las funciones cerebrales de orden superior, tales como la conciencia, la concentración y la toma de decisiones – se vuelve más gruesa. La “conectividad funcional” entre estas regiones – es decir, la frecuencia con que se activan juntas – también cambia. La conexión entre la amígdala y el resto del cerebro se debilita, mientras que las conexiones entre áreas asociadas con la atención y la concentración se hacen más fuertes.
Curso de 8 Semanas de Mindfulness Exercises
Mindfulness Exercises se basa en las más recientes investigaciones científicas en neurofisiología que validan la conexión mente-cuerpo, todas ellas medibles a través de la experiencia directa. Mindfulness Exercises es accesible a cualquier persona.
Con las sencillas técnicas de Mindfulness Exercises aprenderás a integrar la conexión cuerpo-mente y activar una respuesta parasimpática en el sistema nervioso autónomo. Esta respuesta fisiológica libera poderosos neuroquímicos (bioquímicos) que regulan el sistema nervioso y transforman el cuerpo a nivel celular, lo que tiene un impacto en nuestra percepción, nuestros sentimientos y nuestra interacción con el mundo.
En cada Curso de 8 semanas practicamos la expansión de nuestra conciencia objetiva y la coherencia entre corazón y cerebro para reconocer, observar y acceder a estados emocionales parasimpáticos. Con la práctica, nuestra nueva conciencia invoca un “estado meditativo natural” que regula el sistema nervioso autónomo (homeostasis). Ocho semanas es todo lo que necesitas para reconfigurar tus procesos psico-fisiológicos.
“La dicha es el estado natural del ser.
Está en todos nosotros, esperando a ser activada.”
La “experiencias místicas” o “estados alterados de conciencia” son experiencias comunes entre aquellos que practican con regularidad durante un mínimo de 20 minutos al día. No necesitamos sentarnos durante años en la posición de loto para aprender a activar este mecanismo natural.
Este Curso de 8 Semanas te guía en este proceso de despertar, y los resultados de tu práctica serán fisiológicamente contrastables gracias a la integración de la tecnología de biofeedback: nuestros estudiantes pueden integrar opcionalmente esta tecnología para acelerar el proceso de transformación emocional. La integración de la tecnología de biofeedback con la práctica del mindfulness se sitúa a la vanguardia del estudio acerca de cómo los seres humanos podemos desarrollar nuestra conciencia a través de la regulación del cuerpo emocional, y nos distingue de otros programas de mindfulness y meditación.
Estructura del curso
El Curso de 8 Semanas de Mindfulness Exercises está dividido en 2 partes que se desarrollan a lo largo de 9 sesiones: las primeras cuatro semanas se centran en la construcción del “músculo” del observador objetivo, lo que llamamos “práctica pasiva”. Aprendemos a explorar internamente el caos de nuestro estado crónico de estrés, observando y tomando nota de lo que surge en nuestra experiencia interna. En la segunda parte del curso nos centramos en ejercicios activos: ahora tenemos un “músculo” de atención enfocada, el observador, que nos permite prestar atención, acceder, y navegar nuestros propios estados emocionales con objetividad y sin ser atrapados en el caos de las emociones y sus transiciones.
Al nacer, nuestra conciencia entra en forma física. Nuestro cuerpo es el vehículo con el que todos estamos familiarizados. Este vehículo es todo lo que sabemos, y aprende de sí mismo en este entorno físico a través de filtros hormonales que están regulados por nuestra percepción de dicho entorno. Muchas personas, sin embargo, poseen la errónea creencia de que el cuerpo nos controla y nos impide participar plenamente en la manera en que experimentamos la realidad.
Durante el Curso de 8 semanas, el habitante del cuerpo, nuestra verdadera naturaleza (conciencia pura siendo consciente de sí misma), se da cuenta de que la forma en que percibimos la realidad tiene un profundo impacto en nuestros procesos hormonales/emocionales. Y más importante aún, nos damos cuenta de que podemos elegir la forma en que percibimos la realidad y nos percibimos a nosotros mismos.
Al concluir el Curso de 8 Semanas habremos desarrollado nuevas habilidades y expandido nuestra consciencia. Ahora podemos llevar estas habilidades al mundo y acceder a este estado a nuestra voluntad. En última instancia, y a medida que avanzamos en nuestra práctica, nos convertimos en lo practicado, experimentándonos a nosotros mismos en este nuevo estado regulado que hemos desarrollado, una “nueva normalidad” que nos permite responder con conocimiento consciente, estando plenamente presentes en cada momento.
A nivel fisiológico, nuestro cerebro habrá cambiado funcional y estructuralmente, y nuestro sistema nervioso autónomo estará ahora más equilibrado. Los receptores celulares estarán listos para recibir más hormonas parasimpáticas y nuestros niveles de estrés habrán decrecido considerablemente.
8 semanas es el tiempo ideal para realizar cambios significativos en tu mente, cuerpo y comportamiento.
Beneficios
Algunos de los beneficios demostrados de la práctica de mindfulness son:
Mejora la salud física y mental
Mejoran las habilidades sociales y la empatía
Mejora la memoria, la atención y la claridad mental
Posee efectos antidepresivos
Incrementa la conciencia objetiva
Potencia la creatividad
Disminuye ansiedad y depresión
Mejora la presión sanguínea
Mejora la regulación emocional del sistema límbico
Equilibra el Sistema Nervioso Autónomo (homeostasis)
Incrementa la densidad de la materia gris
Mejora la recuperación física