¿Justo cuando vas a conseguir algo todo se desmorona? ¿Te parece que tienes facilidad para construir castillos que luego se caen como una baraja de naipes? No te preocupes, tienes mucho a tu favor: la valentía de enfrentarte a ideas y conceptos nuevos, la sensibilidad para ver el mundo desde una perspectiva más amplia, la facilidad de entusiasmarte y emocionarte, la capacidad de entender sin palabras, la fuerza para renovarte continuamente…sin embargo, a pesar de todas esas virtudes, tus sueños no llegan, y te preguntas ¿por qué?. Pues te lo voy a decir. Tus deseos no llegan porque tu virtud es también tu defecto. Es decir, tu grandísima sensibilidad, te posiciona justo en el punto ideal para que todo lo que deseas llegue a tu vida, pero esa misma sensibilidad, cuando llega ese momento crucial hace que de forma inconsciente des un paso hacia atrás, ¿por qué?, porque piensas demasiado, porque te autoevaluas continuamente. Autoevaluarse es bueno, te da una gran capacidad de crecimiento y evolución, pero como todo en la vida, si se hace demasiado, se rompe el equilibrio energético y se vuelve en tu contra.
Las formas de autoevaluación no sólo son pensar si de verdad quieres lo que crees que quieres, o si eso que deseas te va a dar la felicidad que ansías, o si hará daño a alguien el cumplimiento de tu sueño, o si estás haciendo lo que hay que hacer para atraer tu sueño a tu experiencia física, hay formas más sutiles de autoevaluación, que se tornan en autosabotaje. Por ejemplo: recuerdo que una de mis formas favoritas de autosabotaje, era ponerme a mirar páginas web de teorías de la conspiración, para averiguar que males nos tenían preparados las élites mundiales, o en una vertiente menos productiva todavía, solía mirar personajes famosos que tenían todo eso que yo deseaba y que encima lo habían conseguido mediante una herencia o por haber nacido en una familia determinada. Tampoco me ayudaba mucho compararme, y lo hacía a menudo, me comparaba con todo el mundo, con mis amigas, con mis primas, con gente que no conocía personalmente y que me parecía que habían conseguido todo (amor, dinero, éxito, etc) con mucha más facilidad que yo.
Cuando empieces a interesarte por el lado negativo del mundo, recuerda: TE ESTÁS SABOTEANDO Click Para TwittearSé que muchos me leéis desde fuera de España, no sé en vuestros países qué es lo que más desea la gente ser, pero en España, si preguntas por la calle, la mayoría de las personas te dirá que quieren ser funcionarios del Estado. Ese conservadurismo, ese miedo a arriesgar, se traduce en una baja tolerancia al fracaso. Lo cual significa, que a la primera de cambio, si un proyecto no sale, nos venimos abajo, nos sentimos desdichados y dejamos de intentarlo. No es así en todos los países. En muchos, se valora el levantarse después de caer, y no rendirse.
Mi experiencia es que la gran sensibilidad ayuda a llegar justo al punto crucial en el que hay que tomar acción. A las personas muy sensibles les cuesta tomar acción porque temen más por las consecuencias de sus actos que los demás. Pero esto no es más que un freno al cumplimiento de sus deseos. Eres una buena persona, nada de lo que hagas ocasionará nunca un gran daño irreparable en nadie, ni siquiera en ti mismo, porque tu gran sensibilidad también te aporta una gran fortaleza de corazón y valentía. Así que, cuando te desanimes, cuando pienses que las cosas no llegan, cuando empieces a interesarte por el lado negativo del mundo, cuando pienses en quien o qué del pasado produjo el bloqueo que crees que tienes, recuerda: ESTÁS PENSANDO DEMASIADO, TE ESTÁS SABOTEANDO. No lo hagas. Estás dando tu energía creativa a pensamientos que no te van a conducir al cumplimiento de tus sueños. Recuerda: TODO ES BUENO EN EQUILIBRIO. No des importancia a las críticas, no seas melancólico, no recuerdes el pasado como un tiempo mejor, no te compares con los demás, sean quienes sean, escucha sólo a los honestos, a los que cuentan que para conseguir lo que tienen se cayeron antes muchas veces. La vida no es una meta, la vida es un camino. Disfruta ya, sientéte bien ya, no esperes a ser feliz, con lo que tienes ya puedes serlo, y desde ahí, desde ese sentimiento, juega a construir castillos sólidos que se conviertan en realidad, pero siempre desde el disfrute presente, nunca desde la ansiedad, la frustración, el agobio, y los eternos “porques”.
Espero haberte ayudado. Te envío, como siempre, un cariñoso almabrazo, alma valiente.
Ruth Carrillo.
FUENTE reconciliacioncuantica.com