por Renate Sacimata Kaderli (Suiza)
Karma, en el estricto sentido de la palabra, significa acción, obra. Este concepto es desarrollado más explícitamente por el Guru (maestro), el Sadhu (los santos) y el Shastra (los textos sagrados):
* Como acción corporal o mental.
* Como la consecuencia de una acción mental o corporal.
* Como el resultado de las muchas acciones que realiza una entidad viviente en el ciclo de los repetidos nacimientos y muertes.
* Como una ley de la naturaleza en la cual, causa y efecto se ensartan entre sí para formar la cadena del destino de un ser viviente determinado.
* Como una acción ritualística para obtener buenas reacciones.
Con estas definiciones nos queda claro que el término karma incluye no sólo las acciones sino también las consecuencias de dichas acciones. Las acciones no solamente generan reacciones que influyen en el medio ambiente, sino que también actúan sobre quien las ejecutó.
Pilar de la mayoría de las enseñanzas védicas sobre el karma es la siguiente aseveración: la esencia de las personas, sus cualidades y sus condiciones de vida son el resultado de sus propias actividades internas y externas. La persona es eso que ella mismo se hizo gracias a sus acciones y pensamientos; por lo tanto, obtiene las ventajas de lo bueno que ha hecho y sufre lo que ha hecho sufrir a los demás.
Así es como la casualidad pierde toda importancia y vigencia: todo lo que le ocurre a uno es debido a las actividades que uno mismo ha realizado.
Desde tiempo inmemorial la entidad viviente está actuando en el mundo material y está disfrutando o sufriendo las reacciones a dichas acciones. Sus propias acciones son las que le conducen de un cuerpo material al próximo.
Debido a que nadie actúa solamente bien o solamente mal, quien causó estas acciones obtiene reacciones que están repartidas entre el disfrute y el sufrimiento. A menudo, a esto se le denomina “buen karma o mal karma“, o simplemente reacciones kármicas.
Karma es la acción que genera reacciones agradables; Vikarma se refiere a las acciones cuyas reacciones son percibidas en forma de sufrimiento. La sección Karma-Kanda de los Vedas diferencia esas dos clases de acciones de acuerdo a las pautas morales y éticas que se encuentran en esos libros sagrados, las cuales describen las acciones que generan felicidad y las que generan sufrimiento. Pero estas dos clases de acciones son consideradas esclavitud, pues atan a la entidad viviente al ciclo de nacimientos y muertes repetidos (karma-bandhana).
La tercera clase de acción, denominada Akarma (la inacción), no genera reacciones ni agradables ni dolorosas, es decir no genera ataduras a este mundo material pues conecta a la entidad viviente con el mundo divino. Vikarma son todas las acciones que tienen su origen en Dios.
Ésta es la manera en que el Bhagavad-gita describe la acción con base en este conocimiento: “Un hombre dedicado al servicio devocional se deshace tanto de las buenas acciones (Karma) como de las malas (Vikarma), aun en esta vida. Por ello, ¡oh Arjuna!, esfuérzate por el yoga, el cual es el arte de todo trabajo (Akarma)” (Bg 2.50).
El primer paso de la acción desinteresada o en conocimiento -la cual reduce a cenizas el Karma- es que la entidad viviente se vuelva consciente de su posición como servidora eterna del Supremo. El sujeto (Dios) es el centro. El objeto (la entidad viviente) siempre es dependiente de este centro. La entidad viviente corporificada que reconoce su posición constitucional y actúa conscientemente de acuerdo a dicha posición, está en capacidad de trascender todo karma pasado, presente y futuro.
El Darada-pancaratra describe que el arte del karma-yoga es hrsikena hrsikesa-sevanam: “Servir al Señor de los sentidos con los sentidos de uno mismo”.
Entonces, el deber del Guru es enseñar a su discípulo este difícil arte del akarma, es decir, el arte de la acción que no genera reacción.
FUENTE revistamanu.com
Ley de causa y efecto
La ciencia occidental también conoce el principio de la causalidad de todas las acciones y sucesos que suceden en el Universo. De acuerdo con este principio, para cada uno de los fenómenos que suceden en este mundo material existe una causa. Los Vedas describen una ley de causa y efecto que relaciona el efecto con su causa correspondiente tanto a nivel burdo como a nivel sutil: es la ley del Karma.Karma, en el estricto sentido de la palabra, significa acción, obra. Este concepto es desarrollado más explícitamente por el Guru (maestro), el Sadhu (los santos) y el Shastra (los textos sagrados):
* Como acción corporal o mental.
* Como la consecuencia de una acción mental o corporal.
* Como el resultado de las muchas acciones que realiza una entidad viviente en el ciclo de los repetidos nacimientos y muertes.
* Como una ley de la naturaleza en la cual, causa y efecto se ensartan entre sí para formar la cadena del destino de un ser viviente determinado.
* Como una acción ritualística para obtener buenas reacciones.
Con estas definiciones nos queda claro que el término karma incluye no sólo las acciones sino también las consecuencias de dichas acciones. Las acciones no solamente generan reacciones que influyen en el medio ambiente, sino que también actúan sobre quien las ejecutó.
Pilar de la mayoría de las enseñanzas védicas sobre el karma es la siguiente aseveración: la esencia de las personas, sus cualidades y sus condiciones de vida son el resultado de sus propias actividades internas y externas. La persona es eso que ella mismo se hizo gracias a sus acciones y pensamientos; por lo tanto, obtiene las ventajas de lo bueno que ha hecho y sufre lo que ha hecho sufrir a los demás.
Así es como la casualidad pierde toda importancia y vigencia: todo lo que le ocurre a uno es debido a las actividades que uno mismo ha realizado.
Desde tiempo inmemorial la entidad viviente está actuando en el mundo material y está disfrutando o sufriendo las reacciones a dichas acciones. Sus propias acciones son las que le conducen de un cuerpo material al próximo.
Debido a que nadie actúa solamente bien o solamente mal, quien causó estas acciones obtiene reacciones que están repartidas entre el disfrute y el sufrimiento. A menudo, a esto se le denomina “buen karma o mal karma“, o simplemente reacciones kármicas.
Los 3 tipos de karma
En general los Vedas diferencian tres clases de acciones: Karma, Vikarma y Akarma. Ahondaremos un poco en cada una de ellas.Karma es la acción que genera reacciones agradables; Vikarma se refiere a las acciones cuyas reacciones son percibidas en forma de sufrimiento. La sección Karma-Kanda de los Vedas diferencia esas dos clases de acciones de acuerdo a las pautas morales y éticas que se encuentran en esos libros sagrados, las cuales describen las acciones que generan felicidad y las que generan sufrimiento. Pero estas dos clases de acciones son consideradas esclavitud, pues atan a la entidad viviente al ciclo de nacimientos y muertes repetidos (karma-bandhana).
La tercera clase de acción, denominada Akarma (la inacción), no genera reacciones ni agradables ni dolorosas, es decir no genera ataduras a este mundo material pues conecta a la entidad viviente con el mundo divino. Vikarma son todas las acciones que tienen su origen en Dios.
Bhagavad Gita y sobre el karma
Tal y como se desprende de los primeros capítulos del Bhagavad-gita, la entidad viviente no puede liberarse del karma al no realizar ningún tipo de actividad. Al contrario: el Veda describe que la naturaleza eterna de alma es la actividad constante. La liberación de las grandes cadenas del karma se obtiene a través del conocimiento: “¡Oh Arjuna! Tal como el fuego abrasador convierte la leña en cenizas, así, el fuego del conocimiento reduce a cenizas todas las reacciones de las actividades materiales (sarva-karmani)” (Bg 4.37).Ésta es la manera en que el Bhagavad-gita describe la acción con base en este conocimiento: “Un hombre dedicado al servicio devocional se deshace tanto de las buenas acciones (Karma) como de las malas (Vikarma), aun en esta vida. Por ello, ¡oh Arjuna!, esfuérzate por el yoga, el cual es el arte de todo trabajo (Akarma)” (Bg 2.50).
El primer paso de la acción desinteresada o en conocimiento -la cual reduce a cenizas el Karma- es que la entidad viviente se vuelva consciente de su posición como servidora eterna del Supremo. El sujeto (Dios) es el centro. El objeto (la entidad viviente) siempre es dependiente de este centro. La entidad viviente corporificada que reconoce su posición constitucional y actúa conscientemente de acuerdo a dicha posición, está en capacidad de trascender todo karma pasado, presente y futuro.
El Darada-pancaratra describe que el arte del karma-yoga es hrsikena hrsikesa-sevanam: “Servir al Señor de los sentidos con los sentidos de uno mismo”.
Entonces, el deber del Guru es enseñar a su discípulo este difícil arte del akarma, es decir, el arte de la acción que no genera reacción.
FUENTE revistamanu.com