Una de las cosas que uno aprende por observación, y por el estudio de experiencias, que, a priori, no suelen ser demasiado agradables, es cómo se puede manipular la voluntad de una persona, para bien o para mal, de varias formas, para anularla o para potenciarla. En el primer caso, las experiencias sufridas con diferentes tipos de entes y “aquellos de las razas que nos gestionan” a través de diferentes implantes y manipulación del sistema de chacras, nos hacen ver los puntos débiles del ser humano, en tanto al poder de voluntad se refiere. En el segundo caso, en cómo potenciarla, es el estudio y conocimiento de puntos concretos en los meridianos del cuerpo lo que nos ayuda a saber dónde activar para que esta cualidad sea reforzada.
Formas de anular la voluntad
Empezaremos por la parte negativa del tema. Hay dos formas principales, que yo haya vivido de primera mano, que haya observado en diferentes sanaciones energéticas, o que haya aprendido a través de la experiencia directa de otros terapeutas, sobre como anular el aspecto volitivo de una persona. La primera forma es a través del bloqueo de la glándula pineal, una glándula con una importancia de la que la ciencia “oficial” no es consciente ni de lejos, y que, entre otras cosas, es una reguladora imprescindible de la voluntad humana.
El uso de implantes etéricos para bloquear la glándula pineal es conocido por muchos terapeutas que son capaces de percibirlos y lidian con este tipo de historias, aunque poca literatura posiblemente encontrareis en la red, ya que, en palabras de compañeros , “da cosa hablar de esto en público”.
El tipo de implante usado para ello es una especie de bola de golf en medio de la cabeza (números 1 y 2 de la imagen). Diferentes filamentos aparecen conectados al sistema nervioso y a diferentes partes del cuerpo etérico. Al bloquear la glándula pineal (la contrapartida etérica) bloquean parcialmente la voluntad de la persona, y por ello son usados como medios de control y manipulación cuando se quiere dominar a alguien. Al estar situados a la altura de la glándula pineal, posiblemente influencia también la producción de ciertas hormonas, pero de esta última parte tengo menos conocimiento práctico.
Este implante se elimina bien mediante cirugía etérica o bien mediante la aplicación de la energía de la esencia o mónada, desvaneciéndose en cuestión de segundos.
Bloqueando el tercer chacra trasero
La segunda forma en la que se puede anular la voluntad de una persona, y la que usan en muchos casos diferentes especies sobre los seres humanos, es el bloqueo total del tercer chacra posterior. En este caso, solo especies reptoides usan esta técnica de manipulación, al menos hasta donde yo he visto, ya que, por ejemplo, otras especies de tipo insectoide suelen manipular principalmente el cuarto chacra por detrás mientras bloquean el séptimo, impidiendo toda conexión con niveles superiores, y potenciando los aspectos negativos emocionales de la persona a través de ese chacra corazón.
Como veis en la figura, la posición de las manos de la entidad, reptoides en este caso, está siempre, una de ellas, en el tercer chacra trasero, el chacra volitivo por excelencia, el chacra que energéticamente regula nuestra voluntad. Este chacra, está asociado además a un punto importante del meridiano de la vejiga que comentaré luego, por lo qué, al taponar el flujo energético en ese lugar, el ser humano pierde “potencial volitivo” que le pudiera hacer reaccionar, si se da cuenta, o siente al ente que lleva anclado, para echarlo.
La mayoría de reptoides usan así la posición de las manos para bloquear uno o dos chacras simultáneamente, haciendo que la persona vea reforzada ciertos patrones y emociones relacionadas con los chacras en su aspecto negativo. Por ejemplo, si el anclaje se produce en el tercer y primer chacra se refuerza el deseo por el dinero, codicia, avaricia, ambición, etc. Si el anclaje se produce en el tercer y segundo chacra se refuerza el deseo sexual, el poder sexual sobre otros (recordad que la energía sexual es una de las más potentes que posee el ser humano, y de ahí su uso y absorción como elemento “nutritivo”). Si el anclaje de la entidad tiene lugar en el tercer y cuarto chacra, se potencia el deseo de violencia, dominación, etc., de la persona sobre otros, si el anclaje es en el tercer y quinto chacra, se refuerza el poder de manipulación de otras personas, etc., etc.
Potenciando la voluntad
Por otro lado, tal y como os decía hace un par de artículos sobre el uso de la mónada para activar y estimular puntos de acupuntura, si algo se puede anular, es que también se puede potenciar. En este caso, no solo se trata de mantener la glándula pineal en perfecto estado, para que ejecute sus funciones naturales y latentes de forma óptima, además de mantener el tercer chacra libre de todo bloqueo, sino que podemos estimular dos puntos concretos que nos sirven para reforzar nuestra capacidad volitiva. El primero de ellos, el punto V52 (meridiano de la vejiga 52).
El canal de vejiga es canal más largo de acupuntura y trata toda la porción dorsal del cuerpo, influyendo con ello en el sistema nervioso simpático, lo que nos permite tratar emociones y acciones fisiológicas. Este meridiano comienza en la parte anterior del cuerpo, recorre la espalda y termina en el dedo pequeño del pie. El V 52 es un punto localizado en la zona lumbar paralelo al punto de riñón llamado V 23 y tiene un nombre muy interesante que significa PALACIO DE LA VOLUNTAD, ya que, literalmente, potenciándolo y activándolo, se incrementa esta cualidad. Por su posición podéis ver que está directamente relacionado con el tercer chacra posterior, de ahí que entes como los mencionados lo bloqueen para poder anclarse y/o manipular a una persona.
Por otro lado, y aunque su efecto no es tan directo, otro punto asociado a la voluntad es el punto del meridiano de riñón 4, cuya estimulación y activación fortalece la misma.
En ambos aspectos estamos tocando las mismas partes del sistema energético, bloqueándolo para poder ser manipulados, activándolos para poder incrementar nuestra capacidad volitiva. Los que nos crearon genéticamente y los que ahora tratan de gestionar la granja humana conocen bien como funcionamos y lo aprovechan. Cuestión de que nosotros sigamos también conociéndonos y así poder actuar en consecuencia.