Por Claudio Alvarez Dunn *
Septiembre fue un mes mágico en lo que a energías se refiere, ya que trajo el equinoccio (de otoño en el norte y de primavera en el sur del hemisferio), la luna llena de sangre y un eclipse lunar que produjo una oportunidad vibratoria única, que se puede describir como una ‘aceleración’ en todos los niveles.
Nuestros antepasados creían que los eclipses abren un portal hacia los reinos superiores, por lo que es posible para nosotros recibir descargas enormes de información desde las dimensiones superiores. Es por eso que se construyeron estructuras sofisticadas y misteriosas, como Stonehenge (Inglaterra), Newrange (Irlanda) o las pirámides en todo el mundo, que fueron diseñadas para amplificar las poderosas energías cósmicas que se ponían a disposición de la humanidad.
A pesar de la apertura de estos potentes portales estelares y la posibilidad de un nuevo comienzo que ofrecen las energías universales en la actualidad, a muchas personas les resulta difícil creer que realmente algo está cambiando cuando el caos aún parece reinar a nuestro alrededor.
Para muchos Trabajadores de la Luz estas nuevas energías son parte de una limpieza profunda del planeta, y tal vez lo más rápido que podamos integrarlas y ajustarnos a ellas, dependerá del nivel de frecuencia vibratoria de cada individuo.
Espiritualmente se nos pide hacer todo lo que está en nuestro poder por elevar nuestra vibración de la densidad de Tercera Dimensión hacia las frecuencias superiores de Luz. Esto siempre ha sido y sigue siendo la razón principal y propósito de estas nuevas energías: elevar la vibración de aquellos que las reciben, y al así hacerlo, poder reconectarse con el diseño original de su propia alma.
La resonancia Schumann y las frecuencias de la Tierra
Hay evidencias concretas que sugieren que la Madre Tierra misma está cambiando su vibración, con el fin de adaptarse al cambio de paradigma y eso se mide a través de la resonancia Schumann: un conjunto de picos en la banda de ‘frecuencias extremadamente bajas’ (ELF) del espectro electromagnético de la Tierra.
Esto sucede porque el espacio entre la superficie terrestre y la ionosfera (que existe entre los 90 y los 500 km de altura -de 60 a 400 millas-) actúa como una guía de esas ondas. Las limitadas dimensiones terrestres provocan que esta guía de onda actúe como cavidad resonante para las ondas electromagnéticas en la banda ELF. La cavidad es excitada de manera natural por los relámpagos, y también, dado que su séptimo sobretono (armónico) se ubica aproximadamente en 60 Hz, influyen las redes de transmisión eléctrica de los territorios en que se emplea corriente alterna de esa frecuencia.
La frecuencia más baja, y al mismo tiempo la intensidad más alta, de la resonancia de Schumann se sitúa en aproximadamente 7,83 Hz (hercios o hertz). Los sobretonos detectables se extienden hasta el rango de los kHz (kilohercios).
Este fenómeno se llama así en honor de Winfried Otto Schumann (1888-1974), que predijo matemáticamente su existencia en 1952, a pesar de ser observada por primera vez por Nikola Tesla y formar la base de su esquema para transmisión de energía y comunicaciones inalámbricas.
En otras palabras la resonancia (frecuencia) Schumann es el “sonido” de la tierra. Es como escuchar el sonido de un bombo, o de un tambor, en esa cavidad resonante de la Tierra y suena muy parecido a cuando vemos o escuchamos al bebé en el vientre materno a través de las imágenes del sonograma.
Todo la información anterior está registrada en el portal theeventchronicle.com, donde, además, se demostró que hace sólo unos años la tierra vibraba en alrededor de 7.8 hertzios, pero en marzo de 2015, la frecuencia Schumann alcanzó 16.5. Esto demuestra que la tierra misma está cambiando… ¡ella es quien, literalmente, se está acelerando!
¿Por qué es importante el número 16.5?
La misma fuente indica que los números 16.5, 33, 66, 132, 264… son todos armónicos del tono Solfeo (Solfeggio) 528, que es la frecuencia exacta usada por los bioquímicos genéticos para reparar el ADN dañado -el modelo genético en que se basa la vida-.
¿Qué son las frecuencias Solfeo (solfeggio) y cómo afectan los Hertzios en la meditación?
Vean este corto video que explica la base de los tonos que reparan el ADN con ciertas frecuencia musicales. Este también es parte del despertar espiritual, la auto-transformación y la alineación de los chakras
Si la frecuencia de Schumann está resonando en un armónico de 528 –la frecuencia que los científicos utilizan para reparar el ADN– ello sugeriría que tal cambio en la vibración de la Madre Tierra hacia el armónica 528 es echar a andar nuestra re-activación del ADN, para que podamos avanzar en sintonía con ella, cuyos movimientos trascienden ya la densidad de la Tercera Dimensión para entrar en los reinos dimensionales de Cuarta y Quinta Dimensión.
El siguiente extracto del libro“Rider in the Mist”, del sanador Malcolm Bell,refuerza la idea de la conexión intrínseca entre los seres humanos y el planeta Tierra: “El ser humano se compone de cinco cuerpos: el físico, el mental, el emocional, el espiritual y el ser superior. Cualquier cambio en el campo de la energía de la tierra afecta a los cinco cuerpos, por lo que los cinco tienen que ser reajustados -ajustados en incrementos de acuerdo a las variables y constantes fluctuaciones de energía – y traerlo de vuelta al equilibrio y la armonía. En resumen, los síntomas que la gente ha estado experimentando son la respuesta del cuerpo a la vibración cambiante. El cuerpo ha estado luchando para adaptarse a niveles de energía hasta ahora desconocidos y nunca antes sentidos, que lo eleva. Esto es desconocido para nosotros en estos momentos, por lo que el cuerpo busca a través de su banco de memoria las antiguas huellas y recuerdos tribales o genéticos, en un intento por encontrar un patrón preexistente para alinearse con ellas. Al no encontrar ninguno, ahora tiene que embarcarse en un programa crítico de desarrollo e implementación de una parte de la energía como patrón alternativo, preciso y compatible. En el proceso de hacerlo, los cinco cuerpos aguantan considerable malestar y confusión”.
Si a eso le sumamos el Mercurio retrógado y las llamaradas solares, entonces debemos considerar seriamente en cómo enviar esa energía que recibimos a la Madre Tierra. Esto en términos eléctricos esto se conoce como “cable a tierra” y eso es exactamente nuestra misión actual cuando nos sentimos abrumados por las vibrantes energías que nos llueve como un lavado a presión para que soltemos los viejos y arcaicos patrones de la Tercera Dimensión, y así poder abrirnos a las nuevas energías de paz, amor y luz con las que el cielo nos está “regando” en la actualidad.
La Madre Tierra está lista para conectar con tu amor. Camina descalzo en la naturaleza, siente su energía entrando por tus pies o por tu chakra base, lleva luego esa energía hasta tu corazón y siente el amor de la Madre expandirse por todo tu cuerpo. Respira suave, lento y pausado. Deja que las nuevas energías que has recibido del Padre Cielo se afiancen en el corazón de la Madre Tierra. Somos una antena viviente, nuestro contrato del alma habla de anclar la luz, por eso encarnamos en este tiempo; es hora de recordar y llevar a cabo nuestra misión.
En nuestro próximo escrito detallaremos esos “síntomas de la ascensión”.
Hoy, te deseo que tengas un buen viaje hacia tu interior. Namaste
(* El autor es instructor de Yoga, Reiki Master y maestro certificado por The School of Remembering, para ofrecer el taller“Despertando el Corazón iluminado” con las técnicas de Drunvalo Melchizedek. Para mayor información escribir a merkabapr@gmail.com)
Autor: Claudio, redactor de la gran familia de hermandadblanca.org“