Absolutamente todo es la misma energía de la mente creando formas y situaciones para poder experimentar. Y todo lo que se experimenta está condicionado por el pensamiento y las emociones, las cuales, también son formas de energía.
Todo esto es real e irreal a la misma vez. Todo lo que se experimenta en este instante, en el momento presente, es real. La experiencia es real, pero las formas y situaciones son meras apariencias; simplemente energía en movimiento, mente en acción.
Es como estar dentro de un videojuego en el que el escenario es proyección, apariencias, pero la experiencia de jugar en ello es real; el sentir es real. Todo es real e irreal al mismo instante.
Lo que está sucediendo justo en este instante es real. Esto mismo que estás experimentando ahora mismo es real. Todo lo que observas es movimiento mental proyectado y manifestado en una especie de realidad virtual. Aquello que ya sucedió forma parte del pasado, de un continuo mental, el cual no es real.
Justo lo que sientes ahora mismo forma parte de la experiencia, pues es la experiencia la que te hace sentir, tener emociones, apego y dolor. Es como estar dentro de un sueño en el que solo es real la experiencia, y al despertar te das cuenta de que todo ese escenario del sueño simplemente era eso, un sueño.
La experiencia es lo único que te llevas. Todo queda registrado y almacenado en tus memorias, en tus registros akáshicos, en tu mente subconsciente. Todo este mundo es un misterio fascinante; es el mundo del "yo". El jugar a ser "alguien". Y toda la experiencia le sucede al "yo".
Cuando centras toda tu atención en este "yo", puedes ver que la experiencia desaparece. Y lo que queda es una vasta ausencia de contenido y movimiento.
Lo que realmente queda es la Vida misma sin experimentar.
Camino al Despertar