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Alguna vez has sentido que has perdido toda tu energía?…, no puedes moverte, arrastras hasta los pies y parece que te pesa hasta el alma…
¿Qué hacer en estos casos?
Para empezar te invito a ser sincera contigo misma y a ver si hay alguna causa clara de tu cansancio. Toma conciencia de si hay algo en tu vida que te está agotando… Tal vez a primera vista no lo veas, pero indaga y observa…. ¿Trabajas demasiadas horas? ¿Duermes poco? ¿Comes mal? ¿Tienes algún conflicto personal o profesional?… Averigua y toma acción si es necesario.
Si no hay una causa mayor, además de los típicos consejos (come más sano, bebe más agua, duerme las horas que necesitas…) quería hablarte de 6 estrategias alternativas que pueden ayudarte a tener más energía.
1) Muévete.
Aunque no tengas ganas de ir al gimnasio o hacer deporte, ¡hazlo! Después te sentirás doblemente bien, primero porque has hecho algo por ti, y segundo porque has oxigenado la sangre y creado bienestar con las endorfinas que has generado.
Elige una hora y una actividad que te motiven: una clase de yoga, un paseo en bicicleta o un partido de pádel. Si hace falta, queda con alguien. Oblígate a moverte. Así empiezas a poner en marcha un círculo virtuoso: me muevo-me siento mejor-me quiero mover más.
2) Honra tus valores esenciales.
Tus valores esenciales son lo que es importante para ti a nivel muy profundo. Cuando haces cosas alineadas con tus valores, te sientes bien contigo misma. Es una satisfacción duradera que va más allá del placer efímero.
Digamos que para ti uno de tus valores importantes es la amistad y casi no quedas con tu gente. Pues coge tu agenda de teléfono y queda con alguien importante para ti. Aunque te dé cierta pereza inicial, desoye esa pesadez; sólo es una sensación. Verás qué bien te sientes después.
También estar en un trabajo que está en conflicto con tus valores esenciales te va a drenar mucho.
Vivir de espaldas a tus valores te consume mucha energía, es muy cansino. Toma conciencia y actúa para corregirlo.
3) Practica la gratitud.
Enfocar la mente en aquello positivo que hay en tu vida, te alejará de la preocupación y de los pensamientos negativos. “Una mente sin entrenar no sirve para nada”, dice el libro Un curso de milagros (UCDM) y estoy totalmente convencida.
Si le das rienda suelta, la mente produce mucho material tóxico, pensamientos y emociones negativas, que te roban mucha energía. Una manera de enfocar tu mente es la gratitud. Cada mañana dedica 5 minutos a dar gracias por todo lo que tienes en tu vida.
Da gracias especificando al máximo, no es lo mismo decir “Gracias por mis amigos”, que decir “Gracias por estas personas tan importantes que hay en mi vida con las que aprendo, disfruto y enriquecen mi vida día a día”. De esta manera te recreas en la gratitud.
4) Reduce tu lista de tareas pendientes.
Muy a menudo tengo la sensación de que cada tarea pendiente importante es como una piedra en mi mochila. Cuantas más piedras, más te cuesta avanzar.
Deja de “procastinar” (retrasar para “mañana”) aquellas tareas que sabes que tienes que hacer ya. Toma acción, aunque sea imperfecta. Muchas veces, mejor hecho que perfecto. Y así liberas espacio mental.
Quítate de encima todas las tareas pendientes que puedas. Si hay algunas que no puedes hacer de inmediato, dales una fecha en tu agenda y olvídate de ellas hasta que llegue el momento.
5) Diviértete.
Haz aquello que te divierte y te sube la energía… No más excusas como “no tengo tiempo”, “ahora no puedo”. Cuando tengas más energía, rendirás más y acabarás lo que te propongas en un abrir y cerrar de ojos.
¿Pintar? ¿Bailar? ¿Cantar? ¿Escalar? ¿Salir con amigos? Haz aquello que eleve tu energía.
Puede sonar egoísta, pero recuerda que el autocuidado es esencial. Cuanto mejor estés, mejor estarás para ti y para los demás.
6) Fíjate metas
A veces cuando no tienes objetivos claros en tu vida, te sientes desorientada, sin foco y sin ilusión. Márcarte metas estimulantes, te ayudará a sentirte con más vitalidad.
Hasta aquí estas estrategias, que junto con las otras más comunes, como comer más sano o dormir las horas que necesitas, te ayudarán a tener más energía… ¿Cuál te resuena más? ¿Qué otras estrategias usas tú? ¡Comparte a continuación y ayúdanos a aprender!
¿Qué hacer en estos casos?
Para empezar te invito a ser sincera contigo misma y a ver si hay alguna causa clara de tu cansancio. Toma conciencia de si hay algo en tu vida que te está agotando… Tal vez a primera vista no lo veas, pero indaga y observa…. ¿Trabajas demasiadas horas? ¿Duermes poco? ¿Comes mal? ¿Tienes algún conflicto personal o profesional?… Averigua y toma acción si es necesario.
Si no hay una causa mayor, además de los típicos consejos (come más sano, bebe más agua, duerme las horas que necesitas…) quería hablarte de 6 estrategias alternativas que pueden ayudarte a tener más energía.
1) Muévete.
Aunque no tengas ganas de ir al gimnasio o hacer deporte, ¡hazlo! Después te sentirás doblemente bien, primero porque has hecho algo por ti, y segundo porque has oxigenado la sangre y creado bienestar con las endorfinas que has generado.
Elige una hora y una actividad que te motiven: una clase de yoga, un paseo en bicicleta o un partido de pádel. Si hace falta, queda con alguien. Oblígate a moverte. Así empiezas a poner en marcha un círculo virtuoso: me muevo-me siento mejor-me quiero mover más.
2) Honra tus valores esenciales.
Tus valores esenciales son lo que es importante para ti a nivel muy profundo. Cuando haces cosas alineadas con tus valores, te sientes bien contigo misma. Es una satisfacción duradera que va más allá del placer efímero.
Digamos que para ti uno de tus valores importantes es la amistad y casi no quedas con tu gente. Pues coge tu agenda de teléfono y queda con alguien importante para ti. Aunque te dé cierta pereza inicial, desoye esa pesadez; sólo es una sensación. Verás qué bien te sientes después.
También estar en un trabajo que está en conflicto con tus valores esenciales te va a drenar mucho.
Vivir de espaldas a tus valores te consume mucha energía, es muy cansino. Toma conciencia y actúa para corregirlo.
3) Practica la gratitud.
Enfocar la mente en aquello positivo que hay en tu vida, te alejará de la preocupación y de los pensamientos negativos. “Una mente sin entrenar no sirve para nada”, dice el libro Un curso de milagros (UCDM) y estoy totalmente convencida.
Si le das rienda suelta, la mente produce mucho material tóxico, pensamientos y emociones negativas, que te roban mucha energía. Una manera de enfocar tu mente es la gratitud. Cada mañana dedica 5 minutos a dar gracias por todo lo que tienes en tu vida.
Da gracias especificando al máximo, no es lo mismo decir “Gracias por mis amigos”, que decir “Gracias por estas personas tan importantes que hay en mi vida con las que aprendo, disfruto y enriquecen mi vida día a día”. De esta manera te recreas en la gratitud.
4) Reduce tu lista de tareas pendientes.
Muy a menudo tengo la sensación de que cada tarea pendiente importante es como una piedra en mi mochila. Cuantas más piedras, más te cuesta avanzar.
Deja de “procastinar” (retrasar para “mañana”) aquellas tareas que sabes que tienes que hacer ya. Toma acción, aunque sea imperfecta. Muchas veces, mejor hecho que perfecto. Y así liberas espacio mental.
Quítate de encima todas las tareas pendientes que puedas. Si hay algunas que no puedes hacer de inmediato, dales una fecha en tu agenda y olvídate de ellas hasta que llegue el momento.
5) Diviértete.
Haz aquello que te divierte y te sube la energía… No más excusas como “no tengo tiempo”, “ahora no puedo”. Cuando tengas más energía, rendirás más y acabarás lo que te propongas en un abrir y cerrar de ojos.
¿Pintar? ¿Bailar? ¿Cantar? ¿Escalar? ¿Salir con amigos? Haz aquello que eleve tu energía.
Puede sonar egoísta, pero recuerda que el autocuidado es esencial. Cuanto mejor estés, mejor estarás para ti y para los demás.
6) Fíjate metas
A veces cuando no tienes objetivos claros en tu vida, te sientes desorientada, sin foco y sin ilusión. Márcarte metas estimulantes, te ayudará a sentirte con más vitalidad.
Hasta aquí estas estrategias, que junto con las otras más comunes, como comer más sano o dormir las horas que necesitas, te ayudarán a tener más energía… ¿Cuál te resuena más? ¿Qué otras estrategias usas tú? ¡Comparte a continuación y ayúdanos a aprender!