Algunas veces puede ser difícil lidiar con el estrés y la ansiedad. Los pensamientos negativos te nublan la mente y suele ser complicado eliminarlos de tu cabeza.
Afortunadamente, muchos maestros espirituales encontraron los mismos problemas que tú en el pasado, y la manera cómo lo superaron representa una valiosa sabiduría de la que todos podemos beneficiarnos.
A continuación repasamos algunas de las lecciones más poderosas para superar el estrés, el miedo y la ansiedad para poder vivir una vida plena y digna.
Muchos de nosotros no expresamos adecuadamente los pensamientos negativos, guardamos mucho lo que sentimos y no lo compartimos con los demás.
Creemos que tenemos que ser positivos las 24 horas del día, los 7 días de la semana.
Las emociones negativas son importantes para enseñarnos sobre nosotros mismos, sobre cómo solucionar las situaciones que se nos presentan, y qué debemos hacer para enfrentarlas.Y la ciencia respalda esto. Una nueva investigación muestra que experimentar y aceptar emociones como la ira y la tristeza son vitales para nuestra salud mental.
Intentar suprimir pensamientos puede ser contraproducente e incluso disminuir momentos satisfactorios porque creemos que siempre debemos ser positivos; el haber superado obstáculos o problemas debe ser también una razón de gozo.
Así que la próxima vez que se presente una emoción negativa reconócela y acéptala.
Ver: Disciplina mental: Cómo controlar tus pensamientos para triunfar
Todos sentimos miedo, y aunque no puedes controlarlo, sí puedes hacerlo a la hora de cómo reaccionar ante él.
Muchos de nosotros tratamos de evitar la sensación que produce el miedo, pero esa reacción significa que ese estado está controlando tus reacciones.
En lugar de esto, tenemos que aceptar y reconocer nuestras emociones, y luego enfocarnos en el presente para poder proceder, con lo que tenemos que hacer, ante las situaciones o sucesos que nos asustan.
Ver: 20 Frases para destruir tu desconfianza y miedo
A todos nos gusta encontrar una causa de por qué las cosas no están resultando de la manera que nos gusta. Haciendo esto, buscamos factores externos para dejarnos llevar.
Sin embargo, es mucho más fructífero asumir la responsabilidad de nuestra propia vida que perdernos en la negatividad de culpar a otros.
Saber que podemos aceptar la responsabilidad cuando las cosas van mal significa que también podemos aceptar el crédito cuando las cosas van bien.
Todas las acciones que hacemos tienen una causa y un efecto, si aceptas que te equivocaste o que hiciste las cosas bien, siempre obtendrás una ganancia o pérdida dependiendo de las intenciones con las que obraste.