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¿Por qué desarrollamos este mal hábito de querer lo que no podemos tener?¿Por qué no siempre queremos lo que podemos tener? En otras áreas de la vida, parece que podemos ajustar nuestras preferencias para adaptarnos a la situación. Puedes haber coqueteado una vez con la idea de convertirte en una estrella de Hollywood. Pero cuando descubriste que no podías actuar, soltaste ese sueño (espero). Entonces, ¿por qué no podemos dejar ir a la gente que continuamente nos rechaza?
Según Helen Fisher y sus colegas, la razón por la que el rechazo romántico nos engancha es que este tipo de rechazo estimula partes del cerebro asociadas con la motivación, la recompensa, la adicción y los antojos. Utilizando una resonancia magnética funcional, su equipo examinó el cerebro de 15 hombres y mujeres de edad universitaria que recientemente habían sido rechazados por sus parejas, afirmaban que todavía estaban intensamente “enamorados”. Durante la exploración, los sujetos de la investigación miraron una foto de la persona que los había rechazado. Luego completaron un ejercicio de matemáticas, como contar hacia atrás de 4.529 hasta 7. El ejercicio fue un intento de distraer a los participantes de sus pensamientos románticos. Finalmente, se les mostró una foto de una persona neutra para ellos.
El equipo encontró que los cerebros de los participantes eran más activos en áreas relacionadas con la motivación, la recompensa, el antojo, la adicción, el dolor físico y la angustia cuando miraban la foto de la persona que los había rechazado que cuando miraban la foto de la persona neutra.
El estudio, publicado en el Journal of Neurophysiology en 2010, muestra que las personas en esta situación están sufriendo realmente de una adicción a las drogas, y la droga es la persona que nos rechaza, dejando nuestro amor no recíproco. Pero los resultados no nos dan una idea de por qué respondemos al rechazo romántico de esta manera, y no responde a la pregunta de cómo hemos desarrollado esta preocupante tendencia de querer a las personas que no podemos tener.
Podrías pensar que es una cuestión de angustia y dolor. Pero tampoco puede ser la respuesta completa, porque en algunos casos no hemos perdido nada de lo que podamos afligir la pérdida. Podemos estar locamente enamorados de alguien que no nos quiere, y nunca nos quería, pero la situación a veces puede ser tan dolorosa como cuando alguien te termina.
Por último, existe la explicación de “conclusión diferente”: Si tenemos una historia de haber sido rechazados -por un padre, por ejemplo-, a veces subconscientemente buscamos escenarios similares, esperando que la historia tenga un final diferente la próxima vez. Sólo que no existe ese final diferente. Vale la pena recordar la definición de Einstein sobre la locura. El define la locura como hacer una cosa una y otra vez esperando un resultado diferente.
¿Por qué desarrollamos este mal hábito de querer lo que no podemos tener?¿Por qué no siempre queremos lo que podemos tener? En otras áreas de la vida, parece que podemos ajustar nuestras preferencias para adaptarnos a la situación. Puedes haber coqueteado una vez con la idea de convertirte en una estrella de Hollywood. Pero cuando descubriste que no podías actuar, soltaste ese sueño (espero). Entonces, ¿por qué no podemos dejar ir a la gente que continuamente nos rechaza?
Según Helen Fisher y sus colegas, la razón por la que el rechazo romántico nos engancha es que este tipo de rechazo estimula partes del cerebro asociadas con la motivación, la recompensa, la adicción y los antojos. Utilizando una resonancia magnética funcional, su equipo examinó el cerebro de 15 hombres y mujeres de edad universitaria que recientemente habían sido rechazados por sus parejas, afirmaban que todavía estaban intensamente “enamorados”. Durante la exploración, los sujetos de la investigación miraron una foto de la persona que los había rechazado. Luego completaron un ejercicio de matemáticas, como contar hacia atrás de 4.529 hasta 7. El ejercicio fue un intento de distraer a los participantes de sus pensamientos románticos. Finalmente, se les mostró una foto de una persona neutra para ellos.
El equipo encontró que los cerebros de los participantes eran más activos en áreas relacionadas con la motivación, la recompensa, el antojo, la adicción, el dolor físico y la angustia cuando miraban la foto de la persona que los había rechazado que cuando miraban la foto de la persona neutra.
El estudio, publicado en el Journal of Neurophysiology en 2010, muestra que las personas en esta situación están sufriendo realmente de una adicción a las drogas, y la droga es la persona que nos rechaza, dejando nuestro amor no recíproco. Pero los resultados no nos dan una idea de por qué respondemos al rechazo romántico de esta manera, y no responde a la pregunta de cómo hemos desarrollado esta preocupante tendencia de querer a las personas que no podemos tener.
Podrías pensar que es una cuestión de angustia y dolor. Pero tampoco puede ser la respuesta completa, porque en algunos casos no hemos perdido nada de lo que podamos afligir la pérdida. Podemos estar locamente enamorados de alguien que no nos quiere, y nunca nos quería, pero la situación a veces puede ser tan dolorosa como cuando alguien te termina.
Por último, existe la explicación de “conclusión diferente”: Si tenemos una historia de haber sido rechazados -por un padre, por ejemplo-, a veces subconscientemente buscamos escenarios similares, esperando que la historia tenga un final diferente la próxima vez. Sólo que no existe ese final diferente. Vale la pena recordar la definición de Einstein sobre la locura. El define la locura como hacer una cosa una y otra vez esperando un resultado diferente.