ojodeltiempo.com
Esto está muy bien, pero ¿Cómo hacerlo?, no se trata simplemente de meditar sobre lo que deseo y esperar a que me caiga del cielo, en realidad lo que debo hacer es implicarme totalmente en el proceso de creación, en primer lugar creyendo que soy capaz de hacerlo y una vez que estoy segura de eso, he de comenzar a visualizar activamente lo que verdaderamente quiero, describirlo con detalle en mi mente, el lugar, las personas…todo.
He de verlo claramente, vivirlo y sentirlo como real porque para mí ha de ser eso, una realidad. De este modo se activa lo que yo llamo la maquinaria, una especie de digamos “Mecanismo Universal” que trabajará conmigo para que se generen las condiciones necesarias y que yo finalmente pueda obtener aquello que deseo. Ya sabéis que atraemos hacia nosotros aquello que nuestro subconsciente cree que nos gusta así que no podemos andarnos con rodeos, hemos de informarle exactamente de lo que queremos para que no haya lugar a errores, el problema es que muchas veces ni nosotros mismos lo sabemos.
El proceso es sencillo, se trata de proyectar nuestro pensamiento hacia el Universo con toda la fuerza que seamos capaces y eso va a depender de la convicción y del deseo que pongamos en ello.
Todos tenemos este poder y por eso, todos podemos hacerlo. Con un solo pensamiento lanzado al universo con la suficiente energía se desencadenarán una serie de situaciones que te llevarán a la consecución de tu objetivo, pero recuerda que tu pensamiento ha de permanecer firme en esta idea pues las cosas no llegarán solas a nuestra puerta, no funciona así, hemos de implicarnos del todo y tener muy claro lo que deseamos.
Aunque este proceso puede ser largo, pues dependerá claro está que estemos preparados o no para recibir lo deseado ya que el tiempo que tardará un deseo en hacerse realidad será proporcional a lo preparados que estemos para recibirlo. Por este motivo necesitamos mucha fuerza de voluntad, mantener nuestro deseo vivo y no desfallecer en el intento, porque si sucede que a mitad del camino nos desanimamos pues creemos que ya hemos esperado mucho y no llega o lo que ha sucedido hasta ahora no nos parece suficiente y decidimos que queremos otra cosa y cambiamos de opinión sucederá que, de repente, allá arriba nuestra Máquina Universal se parará y muchas de las cosas que estaban preparadas para ocurrir serán canceladas o simplemente ocurrirán de otra manera que quizás no nos favorezca, quedando en el olvido nuestro deseo original que no sucederá simplemente porque nos hemos relajado o hemos cambiado de idea.
Todo esto lo podemos tener gracias a nuestra libertad de elección y de pensamiento y a nuestras capacidades como seres espirituales que somos, pero sucede que a veces y por este mismo motivo aquello que deseamos está más allá de nuestro alcance y no lo podemos tener.
Sin embargo ésta no es la parte difícil, la dificultad está en cómo saber lo que queremos de verdad y en cómo hemos de enfocar nuestra energía para que esto suceda, y aquí es donde nuestros guías espirituales pueden ayudarnos pues ellos son parte nuestra y pueden ver globalmente la situación y los posibles resultados de cada una de nuestras decisiones y orientarnos en lo que en este momento sería lo más beneficioso para nosotros y para nuestra evolución.
Venimos a este mundo con unos objetivos que nos propusimos antes de nacer, más o menos con unas ideas claras de aquello que deseamos aprender aquí y que nos ayude a avanzar, sin embargo todos estos buenos deseos pueden ser olvidados o malinterpretados en el momento en que crecemos como humanos pues verdaderamente somos bastante lentos aprendiendo y por añadidura nos hemos creado un sinfín de barreras como humanidad y como seres multiculturales que no son fáciles de saltar, sin embargo, el que sea difícil no significa que sea imposible.
Renunciar a realizar aquellas metas que nosotros mismos nos impusimos sería como perder una vida entera, lo cual resurgirá a nivel inconsciente de varias maneras, puede ser que nos pasemos media vida deprimidos o que tengamos la sensación de que hemos de hacer algo y no sabemos el qué o simplemente pensemos que estamos perdiendo el tiempo o quizás nos sintamos muy aburridos mientras esperamos que llegue “otro” a solucionarnos los problemas… en fin, que fácilmente podríamos perder la vida en tonterías y que cuando se nos acabe este tiempo no hayamos aprendido nada. Ya sé que es muy difícil encontrar el camino y es por eso que hemos de buscar siempre y con sabiduría dentro de nosotros, seguir a nuestro corazón y hacer aquello que verdaderamente nos haga felices, así, os aseguro que nuestra vida mejorará por completo. ¡Ah! y recuerda que de todo lo demás… ya se encarga el Universo.
Tomar decisiones es una de las cosas más difíciles de nuestra vida. Seguramente os haya pasado que un día cualquiera intentáis hablar con vuestros guías espirituales y parece que ya no están, entonces posiblemente pensáis que os han abandonado y sentís un terrible vacío, pero nada más lejos de la realidad, lo que sucede es que en el momento de las decisiones importantes ellos se retiran para no influir en nosotros, hecho que fastidia mucho pues a todos nos vendría muy bien un empujoncito en la dirección correcta, pero no puede ser pues somos nosotros los que tenemos toda la responsabilidad sobre nuestros actos, así que ellos se retiran prudentemente y silencian temporalmente la comunicación.
Decidir sobre lo nuestro y aprender a crearnos nuestra vida sabiendo que todo lo que poseemos y cómo somos es obra nuestra nos ayudará a crecer humana y espiritualmente y nos abrirá poco a poco las puertas del conocimiento.
por Damian NT
“Aquello que desees se acabará materializando en tu vida si eres valiente y de verdad mantienes tu deseo”.Cuando nos vemos agobiados y alguien nos dice con toda naturalidad que si queremos podemos crear cualquier situación que deseemos en nuestra vida quizás nos parezca una tontería, pero si dejamos de lamentarnos y lo intentamos, puede ser que nos demos cuenta de que es verdad.
Esto está muy bien, pero ¿Cómo hacerlo?, no se trata simplemente de meditar sobre lo que deseo y esperar a que me caiga del cielo, en realidad lo que debo hacer es implicarme totalmente en el proceso de creación, en primer lugar creyendo que soy capaz de hacerlo y una vez que estoy segura de eso, he de comenzar a visualizar activamente lo que verdaderamente quiero, describirlo con detalle en mi mente, el lugar, las personas…todo.
He de verlo claramente, vivirlo y sentirlo como real porque para mí ha de ser eso, una realidad. De este modo se activa lo que yo llamo la maquinaria, una especie de digamos “Mecanismo Universal” que trabajará conmigo para que se generen las condiciones necesarias y que yo finalmente pueda obtener aquello que deseo. Ya sabéis que atraemos hacia nosotros aquello que nuestro subconsciente cree que nos gusta así que no podemos andarnos con rodeos, hemos de informarle exactamente de lo que queremos para que no haya lugar a errores, el problema es que muchas veces ni nosotros mismos lo sabemos.
El proceso es sencillo, se trata de proyectar nuestro pensamiento hacia el Universo con toda la fuerza que seamos capaces y eso va a depender de la convicción y del deseo que pongamos en ello.
Todos tenemos este poder y por eso, todos podemos hacerlo. Con un solo pensamiento lanzado al universo con la suficiente energía se desencadenarán una serie de situaciones que te llevarán a la consecución de tu objetivo, pero recuerda que tu pensamiento ha de permanecer firme en esta idea pues las cosas no llegarán solas a nuestra puerta, no funciona así, hemos de implicarnos del todo y tener muy claro lo que deseamos.
Aunque este proceso puede ser largo, pues dependerá claro está que estemos preparados o no para recibir lo deseado ya que el tiempo que tardará un deseo en hacerse realidad será proporcional a lo preparados que estemos para recibirlo. Por este motivo necesitamos mucha fuerza de voluntad, mantener nuestro deseo vivo y no desfallecer en el intento, porque si sucede que a mitad del camino nos desanimamos pues creemos que ya hemos esperado mucho y no llega o lo que ha sucedido hasta ahora no nos parece suficiente y decidimos que queremos otra cosa y cambiamos de opinión sucederá que, de repente, allá arriba nuestra Máquina Universal se parará y muchas de las cosas que estaban preparadas para ocurrir serán canceladas o simplemente ocurrirán de otra manera que quizás no nos favorezca, quedando en el olvido nuestro deseo original que no sucederá simplemente porque nos hemos relajado o hemos cambiado de idea.
Todo esto lo podemos tener gracias a nuestra libertad de elección y de pensamiento y a nuestras capacidades como seres espirituales que somos, pero sucede que a veces y por este mismo motivo aquello que deseamos está más allá de nuestro alcance y no lo podemos tener.
Sin embargo ésta no es la parte difícil, la dificultad está en cómo saber lo que queremos de verdad y en cómo hemos de enfocar nuestra energía para que esto suceda, y aquí es donde nuestros guías espirituales pueden ayudarnos pues ellos son parte nuestra y pueden ver globalmente la situación y los posibles resultados de cada una de nuestras decisiones y orientarnos en lo que en este momento sería lo más beneficioso para nosotros y para nuestra evolución.
Venimos a este mundo con unos objetivos que nos propusimos antes de nacer, más o menos con unas ideas claras de aquello que deseamos aprender aquí y que nos ayude a avanzar, sin embargo todos estos buenos deseos pueden ser olvidados o malinterpretados en el momento en que crecemos como humanos pues verdaderamente somos bastante lentos aprendiendo y por añadidura nos hemos creado un sinfín de barreras como humanidad y como seres multiculturales que no son fáciles de saltar, sin embargo, el que sea difícil no significa que sea imposible.
Renunciar a realizar aquellas metas que nosotros mismos nos impusimos sería como perder una vida entera, lo cual resurgirá a nivel inconsciente de varias maneras, puede ser que nos pasemos media vida deprimidos o que tengamos la sensación de que hemos de hacer algo y no sabemos el qué o simplemente pensemos que estamos perdiendo el tiempo o quizás nos sintamos muy aburridos mientras esperamos que llegue “otro” a solucionarnos los problemas… en fin, que fácilmente podríamos perder la vida en tonterías y que cuando se nos acabe este tiempo no hayamos aprendido nada. Ya sé que es muy difícil encontrar el camino y es por eso que hemos de buscar siempre y con sabiduría dentro de nosotros, seguir a nuestro corazón y hacer aquello que verdaderamente nos haga felices, así, os aseguro que nuestra vida mejorará por completo. ¡Ah! y recuerda que de todo lo demás… ya se encarga el Universo.
Tomar decisiones es una de las cosas más difíciles de nuestra vida. Seguramente os haya pasado que un día cualquiera intentáis hablar con vuestros guías espirituales y parece que ya no están, entonces posiblemente pensáis que os han abandonado y sentís un terrible vacío, pero nada más lejos de la realidad, lo que sucede es que en el momento de las decisiones importantes ellos se retiran para no influir en nosotros, hecho que fastidia mucho pues a todos nos vendría muy bien un empujoncito en la dirección correcta, pero no puede ser pues somos nosotros los que tenemos toda la responsabilidad sobre nuestros actos, así que ellos se retiran prudentemente y silencian temporalmente la comunicación.
Decidir sobre lo nuestro y aprender a crearnos nuestra vida sabiendo que todo lo que poseemos y cómo somos es obra nuestra nos ayudará a crecer humana y espiritualmente y nos abrirá poco a poco las puertas del conocimiento.