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La Iluminacion Espiritual
- La armonía, es un sinónimo de paz, de calma, de satisfacción, de plenitud, de quietud, de placidez y de tranquilidad.
- Cuando tenemos armonía, es cuando tenemos la certeza de que todo está bajo control, de que todo está bien y que estamos haciendo las cosas de la manera correcta.
- Desde una perspectiva general, la armonía es el equilibrio de las proporciones entre las distintas partes de un todo y en su resultado siempre se apreciará una hermosa simetría.
- Así mismo, la armonía espiritual es ser feliz no a causa de las circunstancias, sino a pesar de ellas, es la inteligencia espiritual que otorga la capacidad de la integración del todo.
- Con esta armonía el ser humano sentirá ser parte de la totalidad, aquí reconocerá su verdadera naturaleza y experimentará certidumbre, claridad, sabiduría y compasión.
- Siendo conscientes de esta armonía seremos individuos interdependientes con todo lo que existe, sabremos que somos parte de un todo y que todo se deriva de una sola unidad.
- El objetivo principal de esta armonía es desarrollar la consciencia espiritual para superar la visión fragmentada, mecánica y materialista de la modernidad en la que vivimos.
- Experimentar esta armonía será una experiencia natural y directa de lo sagrado de lo trascendente, comprobaremos que somos parte de la esencia de todo lo que existe.
- Vivir en armonía espiritual es saber que el espíritu es lo fundamental y la materia es lo derivado, que el espíritu es la fuerza invisible que da vida y que nos motiva profundamente.
- Esta armonía se basa en principios que ayudan a los seres humanos a comprender su naturaleza y funcionamiento, reconoce una realidad superior, trascendente y universal.
- Tener esta armonía es la capacidad de conducirse de manera autónoma experimentando paz interior, de actuar sin dañar a ningún ser, de enfrentar y superar el sufrimiento.
- En esta armonía se reconoce la dimensión espiritual del ser humano como aquello que permanece más allá del cuerpo y la mente, desarrollando nuestra capacidad de ser feliz.
- Se ubica más allá de la cultura, no es afectada por las ideas de moda o las necesidades sociales, tampoco es reducida al nivel de las creencias religiosas o categorías psicológicas.
- Así pues, para creando armonía analizaremos en cada situación el aprendizaje que hay detrás de cada experiencia y decidiremos reflexionar en cada acción realizada.
- Con esta armonía la clave será tener nuestros pensamientos conscientes, para analizar y poder modificar circunstancias tanto internas como externas en nuestra vida.
- Viviendo armónicamente nos haremos responsables de todo lo que nos suceda y de todo lo que experimentemos, ya no culparemos a nadie de las cosas que nos pasen.
- Desde aquí sabremos que de nada sirve que culpemos a nuestra pareja, a los padres, al país, al mundo, ni a nadie, ya que nosotros atraemos y crearemos todas las experiencias.
- Experimentando la armonía espiritual recordaremos que la vida es eterna, pero sus manifestaciones efímeras y aprovecharemos nuestro presente conquistando la felicidad.
- Estar en armonía espiritual significará anhelar el bien para todos los que nos rodean, actuar de modo constructivo y ayudarles en su camino a lograr sus objetivos.
- Será un proceso del desarrollo de la consciencia hacia niveles más elevados, experimentando el desapego de las cosas y contribuiremos al bienestar de los demás.
- Con una autentica armonía espiritual, miraremos a los demás sin juzgar a primera vista, manteniendo la ecuanimidad y experimentando una paz interior.
- Los que han encontrado esta armonía tienen la capacidad de mantener la calma frente a situaciones difíciles, controlan mejor las emociones y dominan la impulsividad.
- Todos tenemos esta armonía en nuestro interior, decidamos encontrarla, hagamos la petición a Dios con sinceridad profunda y desde ahí nuestro conocimiento se manifestará.
- Viviendo con armonía espiritual, se reconocerá la dimensión espiritual del ser humano como aquello que permanece más allá del cuerpo y de la mente.
- Vivir armónicamente es un reconocimiento a nuestra identidad trascendental, una perspectiva evolutiva de la consciencia que permite comprender nuestra verdadera esencia.