evolucionconsciente.org
LLAMAMIENTO a toda la humanidad:
No alcanzan palabras para describir lo complicado que es el mundo moderno. En ocasiones, la persona residente en una bulliciosa metrópoli se siente más solitaria, incluso, que aquellos que habitan en algún lugar recóndito y desértico. Lo que sucede es que todos estamos tan ocupados con nuestras tareas diarias, que a veces no nos damos cuenta de las personas que están a nuestro alrededor.
«¿Ustedes ven esas personas detrás de mí? Todos ellos corren a su trabajo, sin prestar atención a nada a su alrededor. Sucede que la rutina diaria nos absorbe de tal manera, que ya no nos detenemos a nada, mucho menos con el fin de disfrutar de la belleza de la vida. Nos estamos volviendo verdaderos zombis.
¡Levanten sus ojos y quiten los auriculares! Traten de saludar a los transeúntes o abrazar a alguien, quien lo necesite. Brinden su ayuda a alguien. Vivan cada día, cual si fuera el último día de sus vidas…
Pocos saben, que hace unos años yo sufría de depresión. Al respecto, no le decía nada a nadie sobre este problema. Tuve que hacer un gran esfuerzo para superarlo y revertirlo. Simplemente, me di cuenta de que yo mismo me ponía barreras en el camino de mi felicidad.
Cada día que vives, no tiene precio. Ya llegó la hora de asumir conscientemente este hecho. Tal vez, no habrá mañana, así que ¡comienza a vivir hoy! Pronto habrá días festivos… Difundan este mensaje para que, por lo menos en estos días, ¡en el mundo halla un poco más de amor!»
Keanu Reeves, actor
No alcanzan palabras para describir lo complicado que es el mundo moderno. En ocasiones, la persona residente en una bulliciosa metrópoli se siente más solitaria, incluso, que aquellos que habitan en algún lugar recóndito y desértico. Lo que sucede es que todos estamos tan ocupados con nuestras tareas diarias, que a veces no nos damos cuenta de las personas que están a nuestro alrededor.
«¿Ustedes ven esas personas detrás de mí? Todos ellos corren a su trabajo, sin prestar atención a nada a su alrededor. Sucede que la rutina diaria nos absorbe de tal manera, que ya no nos detenemos a nada, mucho menos con el fin de disfrutar de la belleza de la vida. Nos estamos volviendo verdaderos zombis.
¡Levanten sus ojos y quiten los auriculares! Traten de saludar a los transeúntes o abrazar a alguien, quien lo necesite. Brinden su ayuda a alguien. Vivan cada día, cual si fuera el último día de sus vidas…
Pocos saben, que hace unos años yo sufría de depresión. Al respecto, no le decía nada a nadie sobre este problema. Tuve que hacer un gran esfuerzo para superarlo y revertirlo. Simplemente, me di cuenta de que yo mismo me ponía barreras en el camino de mi felicidad.
Cada día que vives, no tiene precio. Ya llegó la hora de asumir conscientemente este hecho. Tal vez, no habrá mañana, así que ¡comienza a vivir hoy! Pronto habrá días festivos… Difundan este mensaje para que, por lo menos en estos días, ¡en el mundo halla un poco más de amor!»
Keanu Reeves, actor